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CAUSA ABIERTA

Uruguay: Justicia concedió identidad femenina a dos hombres

Uruguay: Justicia concedió identidad femenina a dos hombres

Dos juezas fallaron a favor del cambio de identidad de género de dos hombres que quisieron convertirse en mujeres. Las sentencias dictadas este mes, a las que accedió Ultimas Noticias, son las primeras en que se autoriza esta transformación sin que haya existido una operación quirúrgica. Cuando nació el 10 de agosto de 1977 su sexo morfológico era masculino, pero siempre se identificó con el género femenino y desde temprana edad rechazó sus caracteres anatómicos, porque no colidían con su "sexo psicológico". Desde los 19 años lo llaman con nombre de mujer e incluso como tal es aceptada en el ámbito familiar y social.
Si bien no se sometió aún a una cirugía de cambio de sexo, realizó tratamientos hormonales que determinaron que su apariencia sea femenina.
Cursó hasta el último año del Instituto de Profesores Artigas (IPA) de Historia, e incluso trabajó durante más de un año en la fotocopiadora del Centro de Estudiantes de esa institución. Pero se vio obligada a abandonar los cursos por las presiones recibidas para que no se presentara con nombre de mujer.
El martes 8 de setiembre la jueza de Familia de 11° turno, Brenda Burgos, lo autorizó a cambiar su nombre por el de María Paz en la partida de nacimiento y la cédula de identidad, según establece el fallo al que accedió Ultimas Noticias, previa conformidad del fiscal Civil de 1° turno, Edward Hernández.
La magistrado entendió que el uso del nombre que figuraba en la partida "vulnera dos fines esenciales del hombre: su identidad y su seguridad". Según estableció en el dictamen "la identidad se ve vulnerada ya que el nombre no respeta su identidad de género, la expone al ridículo y la desconfianza de las otras personas (...) afectando su derecho a la intimidad de su condición sexual, su honor y su seguridad personal".
Para lograr su objetivo, María Paz debió presentar a cuatro testigos mujeres que acreditaron que era conocida con un nombre diferente al que consta en su partida de nacimiento y cédula de identidad, además de un informe del Instituto Técnico Forense.
Otra historia similar es la de una persona que manifestó ante la Justicia que "se le hace difícil conseguir trabajo" porque su documento "dice una cosa y su aspecto otra". Además, la empresa para la que trabajaba tenía inconvenientes porque le mandaban los recibos de sueldo de un varón, pero a quien mandaban a trabajar era a una mujer y así la identificaban en su trabajo.
Aunque no se sometió a cirugía, a través de procesos hormonales su apariencia es femenina, se viste como mujer, se identifica con el género femenino desde los 17 años y también la conocen y la llaman así su madre y familiares, y de igual modo en el ámbito público.
El lunes 14 de setiembre la jueza de Familia de 6° turno María del Pino de Vega la autorizó a modificar su nombre y su sexo masculinos por nombre y sexo femeninos en su cédula de identidad, partida de nacimiento, pasaporte y credencial cívica, según se estableció en la sentencia, con el visto bueno del fiscal Civil de 9° Turno.
También esta persona debió concurrir ante la jueza y el fiscal con dos testigos, en esta oportunidad una mujer, que declaró que para ella la demandante "es mujer" y subrayó que "no la puede ver de otra forma", y Mauricio Coitiño, integrante del colectivo Ovejas Negras.
La tramitación judicial del cambio de identidad de género es compleja y hasta ahora requería que la persona reclamante se hubiera sometido a una cirugía de cambio de sexo. Se denomina "reasignación de género" e implica varias intervenciones de alta complejidad que hasta el momento se realizan en Uruguay solamente en el Hospital de Clínicas.
Se suele referir a estas personas como "transexuales" ya que su identidad sexual está en conflicto con su anatomía sexual, a diferencia de los "travestis" que utilizan la vestimenta y complementos socialmente delimitados para el sexo opuesto, pero aceptan su sexo y su cuerpo.
Hasta ahora no existía jurisprudencia en la materia, ya que el primer fallo emitido por la Suprema Corte de Justicia en 1997 autorizó el cambio a quien se realizó una operación médica para transformarse en una persona del género opuesto.
El único caso de trascendencia pública sin cirugía mediante fue el de la artista Abigail Pereira, quien logró figurar con ese nombre en su cédula, en lugar del de Maximiliano en diciembre de 2007 cuando el Registro Civil le autorizó el cambio.

Un proceso costoso

Luego de que la Justicia de Familia emite una sentencia a favor del cambio de nombre e identidad de género, se expide una nueva cédula con el nombre que la persona utilizará en forma habitual con la aclaración "por información ad perpetuam".
El trámite judicial cuesta casi $ 10.000, aunque la abogada Diana González dijo a Ultimas Noticias que los jueces exoneraron la utilización de los timbres profesionales que ascienden a $ 2.000 y que ella en su caso realiza en forma gratuita este proceso.
La abogada explicó que se trata de un trámite "no habitual" que se realiza "como lo hace cualquier persona que necesita cambiar su nombre porque le pusieron uno equivocado o siempre la llamaron por otro".
Consiste en un procedimiento de "declaración de identidad" similar al que se empleaba en el pasado y se conocía como "ad perpetuam", común entre los inmigrantes cuyo nombre fue mal registrado en las oficinas de identificación.
En marzo de este año, González, en representación de Ovejas Negras, presentó ante la Justicia de Familia una docena de solicitudes de cambio de nombre y sexo, de las cuales las señaladas son las primeras en obtener respuesta favorable.
González comentó a este matutino que hubo una resolución negativa, que las otras nueve están aún en trámite y que tiene unos 10 escritos más preparados de personas que aguardan la aprobación del proyecto de ley de cambio de identidad de género a estudio del Senado.
El proyecto de ley de cambio de identidad de género tiene media sanción de Diputados y está a estudio del Senado. Según la abogada Diana González, la modificación más importante que introduce es que "aclara todo el proceso y porque no queda sujeto a discrecionalidad de cada juez, como hasta ahora". Esto significa que una vez que se pruebe que es una persona transgénero, tiene derecho al cambio de nombre", acotó la letrada. La nueva ley habilitará que el cambio de nombre y género se haga a las personas que no se sometieron a ninguna operación de cambio de sexo.

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