Estados Unidos vuelve a las Naciones Unidas

La primera Asamblea General a la que asiste Barack Obama como presidente empieza mañana con la mirada del mundo puesta en Nueva York. Y es que el presidente estadounidense va a escenificar por todo lo alto la vuelta de su país al multilateralismo. Después de los cambios que le ha dado a la política interior con respecto a la de su antecesor, George W. Bush, esta semana llega la puesta en escena de la nueva filosofía norteamericana en política exterior. La primera diferencia es la distinta relación que ambos presidentes han mostrado con las Naciones Unidas. Bush dejó claro que no le interesaba el organismo internacional más que cuando necesitaba que apoyara alguna de sus decisiones unilaterales. Obama, por el contrario, ha repetido incansablemente que la única forma inteligente de actuar en política exterior debe ser la cooperación internacional. Y para demostrarlo con hechos el mandatario estadounidense presidirá el jueves el Consejo de Seguridad. Según destacó la embajadora estadounidense ante la ONU, «es la primera vez que un presidente estadounidense interviene» en el Consejo. La agenda de esta reunión está centrada en la no proliferación y el desarme nuclear. También las formas han cambiado. Obama demuestra la cortesía propia de un anfitrión. Por esa razón ha organizado, algo que su predecesor nunca hizo, una recepción de bienvenida a los mandatarios asistentes que se celebrará mañana en el museo Metropolitan. Y aprovechando que esta semana se reúnen en Nueva York los presidentes o primeros ministros de la mayoría de los 192 países miembros de la ONU, Obama mantendrá una apretada agenda de encuentros. Los más esperados son el de hoy mismo con el presidente chino, Hu Jintao, en el que tratarán el viaje del norteamericano a China en noviembre, y el de mañana con el presidente ruso, Dmitri Medvédev. Esta última será mucho más distendida ahora que Estados Unidos ha anunciado, en un giro más, que abandona la idea, al menos en un futuro próximo, de instalar el escudo antimisiles en Polonia y la República Checa. Una de las cuestiones calientes es la situación en Oriente Medio, que Obama quería haber traído encauzada a la Asamblea General. En un último intento, convocó a una reunión a los líderes israelí, Benjamín Netanyahu, y palestino, Mahmud Abás. Ambos líderes se verán hoy las caras en una reunión más buscada por el presidente norteamericano que por ellos mismos. El diagnóstico de los analistas es que el encuentro corre el riesgo de ser poco más que una foto, si bien se cuenta con que Barack Obama tratará de sacar las relaciones entre los líderes israelí y palestinos del punto muerto en que se encuentran. Por eso les verá antes por separado. Los otros dos grandes protagonistas de esta semana en la ONU serán el libio Moamar Gadafi que tras cuarenta años en el poder ha decidido acudir por primera vez a la cita neoyorquina y el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad. Ambos llegan hoy martes a la Gran Manzana, rodeados de polémica.