Los golpistas de Honduras se dieron el lujo de romper relaciones con Argentina
El gobierno de facto hondureño abrió otro frente de conflicto este martes al romper relaciones diplomáticas con Argentina, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, iba a integrar la misión de seis países americanos que planea visitar Tegucigalpa en busca de una salida a la crisis. El ministerio de Exteriores del régimen de facto rompió relaciones con Argentina, que sólo reconoce al depuesto mandatario Manuel Zelaya, basándose en el principio de "estricta reciprocidad", según dijo en un comunicado. El gobierno de Roberto Micheletti tomó la decisión después de que Buenos Aires expulsara a la embajadora hondureña Carmen Eleonora Ortez Williams, por petición de Zelaya, y anunció que ahora conducirá sus vínculos diplomáticos con Argentina a través de Israel. Como Chile también expulsó al embajador hondureño por solicitud de Zelaya, no se descarta que el régimen de facto adopte igual medida con Santiago, dijo un diplomático latinoamericano en Tegucigalpa a la AFP. Buenos Aires no reaccionó de inmediato al anuncio hondureño, que se suma a las expulsiones de los diplomáticos venezolanos hace cuatro semanas (que ha sido desafiada por Caracas), pero horas antes el ministro de Exteriores argentino, Jorge Taiana, declaró en México que países influyentes como Estados Unidos "pueden hacer un poco más" para restablecer la democracia en Honduras. "Todos podemos hacer más cosas y los que más influencia tienen siempre pueden hacer un poco más" para restituir a Zelaya, dijo Taiana a la AFP en México. Se ignora si la presidenta Cristina Fernández Kirchner ordenará que sus diplomáticos desafíen la orden de salida del gobierno de Micheletti y permanezcan en Honduras, como el encargado de negocios venezolano, Ariel Vargas. Acatando instrucciones de Caracas, Vargas ha permanecido en Honduras y desde hace casi cuatro semanas está encerrado en la residencia diplomática venezolana, pues teme ser apresado y expulsado si sale a la calle. Desde entonces, seguidores de Zelaya vigilan la sede diplomática para proteger a Vargas, mientras el gobierno de facto retiró la guardia policial. Empleados de la embajada compran alimentos y periódicos para Vargas, quien quedó como único diplomático venezolano en Tegucigalpa debido a que Caracas, al igual que el resto de países latinoamericanos y europeos, retiró a su embajador Armando Laguna tras el golpe del 28 de junio. La segunda secretaria de la embajada venezolana, Elisa Eitner, recibió permiso de Caracas para irse de Honduras, debido a la presión emocional que afrontaba encerrada, dijo un diplomático a la AFP. Aparte de las expulsiones ordenadas por Argentina y Chile, Costa Rica inició los trámites para expulsar a la encargada de negocios de la embajada de Honduras en San José, Koritza Suazo, también por solicitud de Zelaya. La ministra de Exteriores del gobierno de Zelaya, Patricia Rodas, solicitó la pasada semana al ministerio de Exteriores costarricense que le retirase la credencial como diplomática, al considerar que Suazo se ha puesto de parte del gobierno de facto. "Voy a esperar a que la cancillería me gire instrucciones", dijo Suazo a la AFP, tras considerar que vive una situación "atípica" y "compleja". La Organización de Estados Americanos (OEA) confirmó la semana pasada su disposición a enviar a Honduras una misión de ministros de Exteriores para conversar con el régimen de facto, visita que se realizaría a fines de esta semana o la próxima. La misión la integrarán los titulares de Argentina, México, Canadá, Costa Rica, República Dominicana y Jamaica, pero su viaje se retrasó, pues inicialmente el régimen de facto objetó que fuera con ellos el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a quien critica por "falta de imparcialidad".
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