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CAUSA ABIERTA

Revelan que Brasil participó en fraude electoral uruguayo

Revelan que Brasil participó en fraude electoral uruguayo Unos documentos desclasificados de la presidencia de Richard Nixon (1969-1974) revelan que Brasil participó, con el consentimiento de EE.UU., en el fraude electoral en Uruguay en 1971, y en la preparación del golpe que derrocó a Salvador Allende en Chile en 1973. Los escritos, disponibles desde este lunes en la web de los Archivos de Seguridad Nacional, un grupo privado localizado en la Universidad George Washington, relatan como Nixon y el dictador brasileño Emilio Garrastazu Médici discutieron en diciembre de 1971 la forma de cooperar para derribar al mandatario chileno Salvador Allende. "Estos documentos demuestran por qué Estados Unidos encara una montaña de desconfianza en su política hacia América Latina", dijo Kevin Casas Zamora, un experto de política exterior en el Instituto Brookings, con sede en Washington. "Los críticos de Estados Unidos utilizarán esto en el debate, por ejemplo, del caso de Honduras", añadió, en referencia al derrocamiento del presidente hondureño, Manuel Zelaya. "Yo no creo que EE.UU. intervenga ahora como ocurrió en aquellos tiempos", dijo. La documentación desclasificada y publicada por los Archivos incluye un memorando del Departamento de Estado, fechado el 9 de diciembre de 1971, acerca de la entrevista en la Casa Blanca de los presidentes Richard Nixon y el general brasileño Emilio Garrastazu Médici. En la reunión, Nixon preguntó al general su opinión acerca de la situación en Chile, donde un año antes había iniciado su gestión el presidente socialista Salvador Allende y, según el documento del Departamento de Estado, Garrastazú Médici "dijo que Allende sería derrocado". "Nixon preguntó si Médici pensaba que las Fuerzas Armadas chilenas eran capaces de derrocar a Allende, y Médici respondió que creía que sí eran capaces, y agregó que Brasil estaba intercambiando muchos oficiales con los chilenos, y dejó en claro que Brasil trabajaba con esa finalidad", indica el documento. Otro escrito, de la Casa Blanca y divulgado por Archivos de Seguridad Nacional, se refiere a "una reunión privada" del presidente Nixon con el entonces primer ministro británico Edward Heath el 20 de diciembre de 1971, durante la cual ambos gobernantes hablaron sobre diversos asuntos. Heath, según el documento, preguntó a Nixon sobre la situación en Cuba. "Ese tipo, Castro, es un radical", respondió Nixon. "Demasiado extremista aún para Allende y (los militares que gobernaban) Perú". "Nuestra posición tiene el apoyo de Brasil que, después de todo, es la clave para el futuro", añadió Nixon de acuerdo con el escrito. En el encuentro, Nixon también afirmó que "los brasileños ayudaron a 'arreglar' las elecciones uruguayas". En las elecciones de noviembre de 1971, la primera en la historia de Uruguay en que una coalición de izquierda presentó un reto sustancial a los dos partidos que habían gobernado el país por más de 150 años, tras un escrutinio confuso, emergió como ganador Juan María Bordaberry. Menos de dos años después, Bordaberry clausuró el Parlamento, ilegalizó partidos políticos y sindicatos e inició una dictadura que duraría 12 años. Ya para 1972, de acuerdo con un Panorama Nacional de Inteligencia -una evaluación periódica que las agencias de espionaje presentan al Gobierno estadounidense, otro documento señalaba que "Brasil desempeña un papel más grande en los asuntos americanos y busca llenar cualquier vacío que deje EE.UU.". "Es poco probable que Brasil intervenga abiertamente en los asuntos internos de sus vecinos", añade el documento. "Pero el régimen no se abstendría de usar la amenaza de intervención, o los instrumentos de diplomacia y la acción clandestina para oponerse a los regímenes izquierdistas, o para ayudar a instaurarlos en países como Bolivia y Uruguay", añade. En opinión del director de los Archivos, Peter Kornbluh, estos documentos que han sido desclasificados "revelan un capítulo oculto de intervención" brasileña. Kornbluh, en declaraciones al New York Times, instó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a que publique los archivos militares de su país, lo que permitiría obtener más información sobre la participación de ese país en estas tramas. El director del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, dijo por su parte al diario que los documentos "indican que Washington recurrió a extremos en ese período para combatir lo que se percibía como amenaza comunista en su patio trasero". Kevin Casas Zamora opinó que en la actualidad, el Gobierno del presidente Barack Obama "muestra un interés claro en lavarse las manos, y salvo en aspectos muy específicos, dejará que los latinoamericanos resuelvan sus problemas". "Lo que interesa a Washington ahora es la relación bilateral con México y Brasil, y que Venezuela siga enviando petróleo", añadió.

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