La OTAN y más de 20 países investigan la misteriosa desaparición del barco Arctic Sea
El caso del carguero Arctic Sea, desaparecido desde finales de julio y por el cual se ha exigido el pago de un rescate en Finlandia, es objeto de una investigación que implica a la OTAN, a Rusia y a más de 20 países. El barco -que partió el 23 julio de Finlandia rumbo a Argelia con un cargamento de madera de un valor estimado en más de un millón de euros (1,4 millones de dólares)- no ha dado oficialmente noticias desde su paso, a finales de julio, por la costa de Ouessant (oeste de Francia). El buque, con pabellón maltés y tripulación rusa, se encontraría actualmente en el océano Atlántico frente a Cabo Verde, según fuentes concordantes. Pero Rusia, que mandó buques y submarinos militares para investigar el paradero del barco, sigue negándose a confirmar esta localización y mantiene en secreto las informaciones de las que dispone. En este asunto aparentemente ultrasensible, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia colaboran estrechamente. "Todas las informaciones, que son completas y aparentemente objetivas, son enviadas instantáneamente al cuartel general de la Armada rusa" desde Bruselas, en donde se encuentra la sede de la OTAN, declaró el sábado por la noche el embajador ruso, Dimitri Rogozin, citado por la agencia rusa RIA Novosti. En Helsinki, la Oficina Nacional de Investigación de la policía finlandesa "coordina y centraliza las investigaciones" y mantiene "informados en permanencia a más de 20 países", según su director, Jan Nyholm. "Sí, es cierto que hubo un pedido de rescate monetario, y que el pedido fue dirigido a la firma propietaria del navío, Sol Chart Management, en Finlandia", declaró el sábado a la AFP Nyholm. La cantidad exigida sería de 1,5 millones de dólares, avanzó el Financial Times Deutschland. "Una información sobre el monto (del rescate) de 1,5 millones de dólares fue confirmada con reservas", indicó prudentemente el sitio web del diario. "Entre los observadores, esta situación es considerada aberrante debido al bajo monto pedido para este tipo de casos", añadió el diario, que no especificó si el rescate serviría para liberar sólo a la tripulación o también al barco. Desde hace dos semanas, los expertos han analizados todo tipo de hipótesis sobre la misteriosa desaparición del buque. Una nueva forma de piratería, un ajuste de cuentas entre mafiosos, tráfico de droga, un diferente comercial que habría acabado mal son algunas de las posibilidades barajadas. Con una semana de retraso, la policía sueca informó el 30 de julio de un abordaje del "Arctic Sea" en el mar Báltico la noche de su salida por hombres enmascarados que se presentaron como policías en búsqueda de droga y que habrían abandonado el barco unas horas más tarde. La Comisión Europea informó el viernes sobre un segundo ataque, que ocurrió en una fecha no indicada, "frente a la costa de Portugal" que no tendría "nada que ver con los actos de piratería tradicionales o con un ataque en pleno mar". Diversas fuentes militares de Cabo Verde declararon el viernes que el buque había sido localizado a unas "400 millas" (740 kilómetros) al norte del archipiélago. El sábado, en Praia, otra fuente de la jerarquía militar de Cabo Verde señaló a la AFP que "el barco podría encontrarse ya al sur de las islas de Cabo Verde porque progresa siempre a una velocidad estimada entre 15 y 20 nudos". Según el servicio francés de informaciones de los ejércitos (SIRPA), una fragata rusa navegaba el sábado por el Atlántico "hacia el sur, probablemente para ir a buscar el 'Arctic Sea'".
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