Nace la primera niña con dos madres biológicas
Mónica y Verónica, una pareja de valencianas, ha visto cumplido su sueño de ser madres tras llegar al mundo el pasado sábado Lluna, un bebé que se ha convertido en la primera niña nacida tras un proceso de donación de ovocitos entre sus progenitoras, en el que una aportó su óvulo, que fue fecundado con semen de donante, y la otra lo recibió en su útero. De esta forma, Mónica y Verónica se han convertido en la primera pareja homosexual que logra dar a luz a un bebé con estas características, una niña que tiene legal y biológicamente dos madres. En una entrevista concedida a Europa Press Televisión, la directora científica de la unidad de reproducción de la clínica Quiron de Valencia y ginecóloga de la pareja, Elena Pau, explicó la demanda de este tratamiento surgió de "la necesidad de esta pareja de acogerse a una donación de ovocitos".
En este sentido, la doctora señaló que la pareja ya había pasado previamente por un proceso de inseminaciones, además de haberse sometido a tratamientos de fecundación in vitro y, como no obtuvo buenos resultados "en ninguno de los intentos", el médico fue quien estableció que había necesidad de realizar una donación de ovocitos, en este caso, de la otra mujer de la pareja. Previamente al tratamiento, la pareja planteó su caso a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida porque, según explicó la doctora, "hay un vacío legal al respecto". Pau afirmó que esta entidad dio luz verde a la petición "en un intento de equiparar los derechos de las parejas heterosexuales con los de las homosexuales".
El proceso
Posteriormente, "se llevó a cabo el tratamiento, y a la primera hubo éxito", señaló. "El proceso es como cualquier otra donación, se trata de un tratamiento que se prepara con tiempo y en el que hay un individuo de la pareja que es la receptora y a la que se le somete a una preparación endometrial", dijo. Así, una vez que reúne determinados requisito se está preparada, en paralelo, se prepara a una donante, en este caso su propia mujer, para extraerle los ovocitos, que se fecundan con semen de donante, y que posteriormente se transfieren a la madre receptora. A los 14 días se le practica la prueba de embarazo y se comprueban los resultados que "afortunadamente fueron todo un éxito". Ante esta situación, se congratuló de que en el proceso "a la primera tuvimos éxito" y concluyó "felizmente" con el alumbramiento de la pequeña, en el que "ha ido todo bien".
Otras parejas
La doctora Pau afirmó que tienen ya otras parejas "que de entrada quieren tener la maternidad compartida y quieren donar una ovocitos a la otra". De hecho, confirmó el caso de otra pareja en el que una de las dos componentes está embarazada de tres semanas. Para Elena Pau, ha sido "una satisfacción tremenda" dado que "cualquier logro de conseguir un embarazo siempre te da energías positivas". No obstante, consideró que lo está "especialmente en este caso porque es una situación muy especial".
En este sentido, la doctora señaló que la pareja ya había pasado previamente por un proceso de inseminaciones, además de haberse sometido a tratamientos de fecundación in vitro y, como no obtuvo buenos resultados "en ninguno de los intentos", el médico fue quien estableció que había necesidad de realizar una donación de ovocitos, en este caso, de la otra mujer de la pareja. Previamente al tratamiento, la pareja planteó su caso a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida porque, según explicó la doctora, "hay un vacío legal al respecto". Pau afirmó que esta entidad dio luz verde a la petición "en un intento de equiparar los derechos de las parejas heterosexuales con los de las homosexuales".
El proceso
Posteriormente, "se llevó a cabo el tratamiento, y a la primera hubo éxito", señaló. "El proceso es como cualquier otra donación, se trata de un tratamiento que se prepara con tiempo y en el que hay un individuo de la pareja que es la receptora y a la que se le somete a una preparación endometrial", dijo. Así, una vez que reúne determinados requisito se está preparada, en paralelo, se prepara a una donante, en este caso su propia mujer, para extraerle los ovocitos, que se fecundan con semen de donante, y que posteriormente se transfieren a la madre receptora. A los 14 días se le practica la prueba de embarazo y se comprueban los resultados que "afortunadamente fueron todo un éxito". Ante esta situación, se congratuló de que en el proceso "a la primera tuvimos éxito" y concluyó "felizmente" con el alumbramiento de la pequeña, en el que "ha ido todo bien".
Otras parejas
La doctora Pau afirmó que tienen ya otras parejas "que de entrada quieren tener la maternidad compartida y quieren donar una ovocitos a la otra". De hecho, confirmó el caso de otra pareja en el que una de las dos componentes está embarazada de tres semanas. Para Elena Pau, ha sido "una satisfacción tremenda" dado que "cualquier logro de conseguir un embarazo siempre te da energías positivas". No obstante, consideró que lo está "especialmente en este caso porque es una situación muy especial".
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