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CAUSA ABIERTA

Argentina molesta con el Vaticano por traslado de los restos del beato Ceferino Namuncurá, a quien veneran desde hace 85 años

Argentina molesta con el Vaticano por traslado de los restos del beato Ceferino Namuncurá, a quien veneran desde hace 85 años

La decisión vaticana de trasladar los restos del beato argentino Ceferino Namuncurá ha causado malestar entre los fieles de la zona de Fortín Mercedes, donde la urna funeraria con sus cenizas se venera desde hace 85 años. A raíz de una orden del Vaticano, la Iglesia católica argentina dispuso que mañana, miércoles, se trasladen los restos del indígena, beatificado en 2007 desde Fortín Mercedes, un paraje situado al sur de la provincia de Buenos Aires, a San Ignacio, en la de Neuquén, donde se encuentra la comunidad mapuche de sus familiares. El traslado fue solicitado por la familia de Namuncurá, para desazón de miles de fieles que visitan Fortín Mercedes para rezar al beato, a quien se atribuyen varios milagros. Los habitantes de Pedro Luro, localidad vecina a Fortín Mercedes, organizaron una movilización ante el santuario de Namuncurá para manifestar "su desacuerdo con la sorpresiva e injusta decisión". "Hay una rara mezcla de sorpresa, indignación y tristeza", dijo a radios locales Haydeé Torres de Canosa, presidenta del Grupo Ceferiniano de Pedro Luro. "Las cenizas de Ceferino pasaron a ser propiedad de la feligresía y de la historia del lugar, trascendiendo los lazos familiares existentes", opinó. "Nos duele y a ellos muchísimo más ya que lo han tenido cerca durante tanto tiempo", reconoció Héctor Funes, alcalde del pueblo natal del beato, Chimpay, que en 2007 fue escenario de la ceremonia de su beatificación. Ceferino Namuncurá (1886-1905), hijo del cacique Manuel Namuncurá y Rosario Burgos, es el segundo indígena de América en alcanzar los altares. El primero fue el mexicano san Juan Diego. El sacerdote salesiano Vicente Tirabasso subrayó que el traslado de los restos del beato "para muchos devotos sabe a pérdida, pero también se respeta un derecho familiar". "La verdadera y más profunda devoción pasa fundamentalmente por imitarlo en su deseo de ser útil a su pueblo, y no tanto por la mayor o menor cercanía con sus restos", agregó el religioso. La comunidad mapuche construyó un santuario de madera situado al pie de un cerro bautizado Ceferino para recibir los restos del beato, fallecido en Roma en 1905 a los 18 años. Namuncurá, que quería ser sacerdote para "evangelizar" a su postergado pueblo, fue beatificado en noviembre de 2007 en una ceremonia que combinó la tradición católica con la cultura indígena y que contó con la presencia del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone. A la ceremonia también asistió Valeria Herrera, la protagonista del milagro atribuido a Ceferino que permitió su beatificación. Se trata de una mujer de la provincia de Córdoba (centro del país) que en 2000, cuando tenía 24 años, pidió su intercesión ante Dios para salvarla de un cáncer de útero y se curó, hecho que no pudo ser explicado por los médicos.

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