El celular se convierte en la billetera del futuro

Pagar el taxi, comprar una entrada al cine o mover grandes cantidades de dinero de una cuenta a otra no es tecno-ficción. La tecnología que lo permite ya está disponible en Chile. Si hay una tecnología que ha llegado a todos los bolsillos, esa es la telefonía móvil. De ahí que sea natural que cuando metamos la mano al bolsillo a la hora de pagar, en vez de sacar la billetera usemos el celular. Las cifras son categóricas: 88 de cada 100 chilenos tienen un celular, y en cada hogar existen 3,3 aparatos, según cifras publicadas en julio por la Subsecretaría de Telecomunicaciones. Por eso hay apetito por conectar los celulares con los bancos; de que el teléfono móvil se convierta en una especie de tarjeta de crédito que permita adquirir productos y servicios, y que constituya una herramienta práctica, pero por sobre todo segura para los clientes. En el año 2000, Entel ya permitía a sus clientes comprar bebidas y boletos del metro con el celular. Había que mandar un mensaje con el código de la máquina, y la bebida (o el boleto) caían en las manos del cliente. Pero la iniciativa no duró mucho y tuvieron que pasar varios años para que se volviera a hablar de usar el teléfono como chauchera. "Las compañías de celulares se dieron cuenta de que los pagos no eran su negocio y dejaron de lado los pagos electrónicos", dice Vady Guerra, gerente de Servicios de Valor Agregado de Claro. Ahora dejan que los bancos se hagan cargo de los pagos y ellos ganan con el tráfico de datos o voz. En Claro se asociaron con BCI para que los clientes hagan operaciones con el celular. "Un paso previo a los pagos en línea es la banca móvil. Allí se asocia el aparato con una entidad financiera", dice Guerra. Ellos usan un chip especial que viene con un programa que permite hacer operaciones bancarias hasta con el celular más rústico. "La información viaja como mensaje encriptado, y si el cliente saca el chip y lo pone en otro teléfono, igual puede conectarse al banco", aclara Guerra. Alejandro Bernales, Director de Asicom Mobile Solutions, está trabajando en el tema. Ya han experimentado con el m-Ticket, es decir, el reemplazo de los boletos para espectáculos, por ejemplo, por códigos de barras que llegan al celular y que son captados por una pistola-lectora como las que se usan en las tiendas. Así, una persona puede comprar en línea y recibir su ticket en el celular, sin necesidad de que se lo envíen por correo o hacer largas colas para adquirirlo. Ahora van por los pagos móviles: en asociación con MoviStar y Transbank, trabajan en una aplicación que aún no ve la luz pública. "Usará un programa que se descarga al celular del cliente. El código de seguridad para operar se podrá obtener a través del cajero y, una vez en su poder, el usuario podrá realizar transacciones ingresando su RUT y su código", señala. En Visa trabajan fuerte en los pagos con celulares. "Hemos implementado soluciones para hacer transferencias de dinero dentro del mismo país o de un país a otro. También dando servicios de valor agregado, como alertas cuando la tarjeta de crédito está siendo mal usada u ofertas especiales para los clientes a través de cupones que llegan al celular", explica Guillermo Rospigliosi, Vicepresidente adjunto de Comercio Electrónico y Nuevos Canales de Visa. Pero también han incursionado en pagos a través de tecnología sin contacto (como la tarjeta Bip!) o haciendo pagos remotos a través de mensajes de texto, internet móvil o la voz. Según Rospigliosi, los pagos por celular son tan o más seguros que hacerlo por internet. "El celular es más personal que un computador, además la información viaja encriptada y se piden claves para autenticar que el cliente es el que está comprando verdaderamente", dice. "Como la mayoría de las transacciones se realizan desde PCs, las amenazas están creadas para ellos. En cambio, para los celulares existen menos peligros", dice Fernando Fuentes, gerente de Investigación y Desarrollo de la empresa Neosecure. (El Mercurio)