Bogotá: 1.500 taxis ruedan por la ciudad con el taxímetro adulterado

Hace una semana, Laura Rugeles se sintió literalmente 'tumbada' después de cancelarle una carrera a un taxista que la llevó de la Terminal de Transportes de Ciudad Salitre al barrio Sierra Morena, en el sur de Bogotá. "Cuando llego de viaje siempre tomo taxi hasta mi casa y me cobran máximo 12 mil pesos, pero esa vez me cobró 16 mil pesos, lo que se me hizo muy extraño", contó Rugeles quien, al reclamarle al conductor, recibió como respuesta "que eso era lo que marcaba el taxímetro". Quejas como esta, en la que los usuarios del servicio manifiestan que la tarifa cobrada por una carrera es muy elevada y que no corresponde con la realidad, se hacen recurrentes en Bogotá. De hecho, la Secretaría de Movilidad está desarrollando todo un plan de choque para controlar que los taxímetros no sean adulterados para cobrar más de lo justo. La estrategia contempla la compra de seis sofisticados aparatos denominados 'quinta rueda' y que sirven para comprobar que un taxímetro cumple con toda la reglamentación contemplada en el Decreto 208 del 3 de julio de 2008 por el cual se fijó la tarifa para el servicio de transporte público individual. Este tipo de dispositivos deben marcar una unidad por cada 100 metros recorridos, pero algunos 'vivos' acuden a talleres del Siete de Agosto, Las Ferias y de otros sectores comerciales para alterar el funcionamiento del aparato. "Ese trabajito cuesta 30 mil pesos. Se llama 'muñeco' y, para que funcione, se acciona con el timón", explicó un taxista que pidió la reserva de su identidad. La otra fórmula, que está en estudio por parte de la Secretaría de Movilidad para poner en cintura a los taxistas, se centra en un acto administrativo que los obligue a trabajar con un taxímetro único y que cumpla con ciertas especificaciones acordadas con el Instituto Colombiano de Normas Técnicas (Icontec). "Con esto buscamos que los conductores no los puedan manipular. Les daríamos un plazo de tres años para que los cambien. Empezariamos primero con los taxis de reposición", aseguró Aida Lucy Ospina, directora de la Oficina de Control y Vigilancia de la Secretaría de Movilidad. La funcionaria advirtió que los taxistas que sean sorprendidos trabajando con un taxímetro adulterado serán sancionados con un comparendo de 240 mil pesos. Por su parte, Ernesto Sandoval, subdirector de Corpotaxis, una agremiación que agrupa a 39 empresas de taxis de la capital, propuso que la Superintendencia de Industria y Comercio entre a controlar los talleres donde alteran los taxímetros. Sandoval estimó que al menos 1.500 taxis de los cerca de 50 mil que ruedan por Bogotá lo hacen con dispositivos fraudulentos. "Esa cifra sale de algunos operativos que hemos adelantado", agregó el ejecutivo. Ernesto Sandoval, subdirector de Corpotaxis, anunció la implementación, en aproximadamente dos meses, de un sistema que les permitirá a los usuarios conocer si el taxi en el que viajan es legal o no. "Para utilizar el servicio, el pasajero debe llamar desde su celular al teléfono de la empresa a la que está afiliado y que aparece en las calcomanías de las ventanas traseras y darle a la operadora el el número de placa y de orden del vehículo. Al cabo de 30 segundos, el usuario sabrá si se transporta en un taxi seguro", explicó Sandoval. Si la operadora comprueba en el sistema que el taxi no aparece en la base de datos de ninguna empresa, procede a poner el caso en conocimiento de la red de apoyo de la Policía Metropolitana. Sandoval criticó severamente un servicio parecido llamado Taxi 911 que, según él, "un particular no puede usurpar las funciones que le corresponden a la Policía y cobrar luego por ello". El servicio de verificación de Corpotaxis será gratuito. (El Tiempo)