El dolor ocasionado por el cáncer tiene alivio y se puede tratar, sin importar lo avanzado que esté
Uno de los principales temores que manifiestan las personas cuando son diagnosticadas con cáncer, y sus familiares, es el dolor. ¿Qué tan intenso será? ¿Existen formas efectivas de controlarlo? "Cerca del 75 por ciento de las personas que padecen esta enfermedad experimentan dolores de moderados a intensos", dice Martha Ximena León, paliativista de la Universidad de la Sabana. La especialista explica que social y culturalmente este tipo de dolor tiene, por sus características, un significado especial. No sólo es inevitable que algunos lo cualifiquen como la antesala de la muerte, sino que siempre lleva implícito una carga emocional tanto para quien lo sufre como para las personas que rodean a estos pacientes.
¿Por qué duele?
Cuando hay cáncer los tejidos pueden inflamarse, destruirse y sufrir alteraciones en su estructura o en su composición bioquímica. Estos factores activan receptores específicos de dolor, que no son otra cosa que terminaciones nerviosas libres que se encargan de llevar la información desagradable, que el cerebro identifica como dolor. Aunque el mecanismo es uno solo, existen diferentes tipos de dolor ligados a esta enfermedad. Por su duración, estos pueden clasificarse como agudos (que se presentan por cortos periodos de tiempo) o crónicos (si acompañan por un largo periodo la enfermedad). De igual modo pueden ser incidentales, como los que aparecen cuando la persona se mueve. También se clasifican de acuerdo con el sitio afectado y el mecanismo que los produce. Son somáticos cuando se activan receptores de dolor en tejidos cutáneos y profundos; el de las metástasis es ese tipo de dolor. Pueden, además, ser viscerales cuando hay infiltración o acción directa sobre las vísceras (que es el caso del dolor pancreático) o neuropáticos cuando hay daño o afectación directa del sistema nervioso. Aunque la enfermedad en sí misma es la causante de la mayoría de los dolores (78 por ciento), tratamientos como la radio y la quimioterapia y las mismas cirugías también provocan estos síntomas en veinte de cada cien pacientes. Entre el 2 y el 3 por ciento sienten dolor debido a males distintos al cáncer, pero que cursan con él (como la osteoporosis y procesos inflamatorios). Sandra Flórez, paliativista de la Universidad de la Sabana, explica que el dolor por cáncer no es específico. "La sensación puede variar; dependiendo de sus causas y características puede presentarse como cólicos, quemaduras, ardor, punzadas y como si se tuviera un peso. Es un síntoma permanente, que en casi todos los casos afecta la calidad de vida de la gente", dice.
Existen más opciones para controlarlo
Además de los fármacos hay otras medidas para atenuar el dolor que pueden ser utilizadas en condiciones específicas:
1. Medidas psicosociales
: relajación, hipnosis, psicoterapia.2.Rehabilitación
: fisioterapia, masajes, ejercicios, estimulación eléctrica.3. Radioterapia o quimioterapia
para disminuir el tamaño del tumor y sus síntomas locales. Es especialmente útil en el dolor óseo, radicular (raíces de los nervios) o por infiltración de tejidos blandos.4. Opiáceos intratecales
: se administran mediante catéteres que van directo al cerebro o a los espacios de la médula espinal (intraventriculares o peridurales) o de reservorios (bombas) bajo la piel; proporcionan los medicamentos en forma regulada y controlada por el mismo paciente.5. Bloqueos neurolíticos
: químicamente o con radiofrecuencia se bloquean los nervios que transmiten dolor.6. Estimuladores neurológicos
: se implantan en el cerebro o en la médula espinal; en casos muy severos pueden bloquear los estímulos dolorosos en estas estructuras.Manejo integral en clínicas del dolor Tratar el dolor de las personas con cáncer es parte integral del tratamiento. Debe estar a cargo de un equipo interdisciplinario conocido como clínica de dolor; en ella confluyen médicos, enfermeras, psicólogos, terapeutas y trabajadores sociales, cuya misión es abordar todos los aspectos del enfermo. La mayoría de las veces se puede garantizar a estos pacientes un alivio adecuado. La Organización Mundial de la Salud creó hace 30 años la escalera analgésica, una estrategia de aumento progresivo de medicamentos que tienen como base los derivados del opio. Estos se dan con horario, dosis y orden estrictos y ordenados hasta que se alcance el alivio. (El Tiempo)
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