Blogia
CAUSA ABIERTA

Honduras en vilo

Honduras en vilo

El depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya intentará por segunda ocasión entrar a su país. Y por segunda ocasión, lleva la atención de la prensa internacional a la frontera, dirigiendo el reflector mediático hacia los protagonistas nacionales de la crisis. Zelaya dejó Managua, la capital nicaragüense, con una columna de periodistas detrás de él y acompañado por el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro. Del lado hondureño, el gobierno golpista que el 28 de junio sacó a Zelaya al exilio, desplegó una valla de militares con la intención de cerrar el paso a cualquier convoy con Zelaya a bordo. Y también para contener a sus seguidores en Honduras. En medio queda un documento que parece muerto: el acuerdo de San José, la última propuesta del mediador Óscar Arias para "revertir el golpe de estado", cuyo punto fundamental es reinstalar en el poder a Zelaya. Tal acuerdo no fue inmediatamente aceptado por el gobierno de facto de Roberto Micheletti y la delegación de Zelaya lo declaró un fracaso. ¿Se acabó la diplomacia? "Nunca", señaló el especialista Victor Bulmer-Thomas, ex director del Instituto Chatham House del Reino Unido. "No hay otra vía más que la diplomática para resolver este problema. Ésta no se agota". Según el experto en América Latina, "el esfuerzo de Óscar Arias sí ha terminado, pero el bastón queda en manos de Hillary Clinton, la secretaria de Estado de Estados Unidos". La OEA dijo que considera otras vías diplomáticas si finalmente fracasan las gestiones costarricenses. En su ruta hacia la frontera con Honduras, Zelaya salió de Managua acompañado del canciller venezolano. ¿Es esto un indicador de que el depuesto presidente se define por la línea radical y de confrontación? "No hay forma de resolver esta crisis mediante la confrontación. Zelaya no tiene un ejército afuera de Honduras, y tampoco tiene el apoyo del ejército hondureño", comenta Bulmer-Thomas, en entrevista con BBC Mundo. "No creo que los nicaragüenses ni los venezolanos estén dispuestos a utilizar la fuerza para resolver este problema". ¿Qué logra Zelaya con esta segunda intentona? La primera vez, el 5 de julio, su avión sobrevoló el aeropuerto de Tegucigalpa, pero no pudo aterrizar por los obstáculos colocados por el ejército hondureño. "Esta aventura de Zelaya es más un esfuerzo de mantener el impacto de relaciones públicas con respecto a esta crisis. Esta parte es importante", dijo el experto Bulmer-Thomas. "Hay varias razones: Manuel Zelaya busca mantener el perfil de esta crisis en el ámbito internacional y quiere también dar una señal a sus seguidores en Honduras de que el presidente tiene aún planes de regresar".

"La única salida"

El gobierno interino de Roberto Micheletti asegura que arrestará a Zelaya si entra a Honduras, e impuso un toque de queda de las 6:00 de la tarde a las 6:00 de la mañana en las áreas fronterizas. Óscar Arias advirtió sobre el peligro de una guerra civil, aunque analistas desestiman este escenario dada la aparente debilidad del movimiento de resistencia hondureño. Para Bulmer-Thomas, la única forma de resolver esta crisis es por medio de una presión más fuerte del aliado más importante de Honduras: Estados Unidos. "Estados Unidos tiene todas las cartas en sus manos, especialmente el acceso preferencial de las exportaciones hondureñas al mercado estadounidense. "Si eso se cancelara, la unidad ya frágil de las élites hondureñas contra Zelaya se va a romper".

¿Llegaría EE.UU. a las sanciones comerciales?

Muchos analistas afirman en que tal posibilidad es remota, dadas los intereses en la política interna estadounidense y los candados que impone el tratado de libre comercio. Pero otros, como Bulmer-Thomas, señalan que al final del día, el gobierno de Obama no puede aceptar un golpe militar, dados sus compromisos con la democracia, especialmente en la región. Por lo pronto, Honduras está en vilo y, de nueva cuenta, en el ojo de la atención mundial.

0 comentarios