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CAUSA ABIERTA

Isabel de Inglaterra hace primer inventario de sus cisnes

Isabel de Inglaterra hace primer inventario de sus cisnes

La reina Isabel II de Inglaterra asistió por primera vez el lunes a la ancestral ceremonia anual de recuento de los cisnes en el río Támesis de Londres. La soberana, propietaria de todos los cisnes en libertad de Gran Bretaña, pudo observar desde un barco cómo estas bellas aves y sus polluelos eran pesados, medidos y examinados por un equipo de especialistas para censarlos y determinar cualquier problema o enfermedad. Aunque ocupa el trono desde 1956, la reina Isabel no había asistido nunca antes a esta ceremonia, cuyos orígenes se remontan al siglo XII, cuando la corona reivindicó la propiedad de estos cisnes para asegurarse un suministro seguro de viandas para los banquetes. En el siglo XVI, el abastecimiento de estas aves era tan importante que cualquier persona que fuera sorprendida robando sus huevos podía ser condenado a un año de prisión y una importante multa. Hoy, el recuento nada tiene que ver con el consumo, puesto que este tipo de aves no figura ya en los menús reales, pero se mantiene con fines de conservación de la especie, para gran alegría de los turistas y colegiales que acuden puntualmente a la cita cada tercera semana de julio. Vestida con un traje de color melocotón, Isabel II presenció las operaciones a bordo del barco de vapor 'Alaska', con el que remontó el Támesis cerca de Windsor, donde está el castillo al que acude a descansar los fines de semana. "La Reina pareció generalmente interesada en todo lo que estábamos haciendo y nos hizo preguntas sobre nuestro trabajo", declaró el Marcador de Cisnes de la monarca, David Barber, encargado de establecer cada año el inventario del patrimonio real. "Hace 200 años hubiese habido muchos más cisnes que los que hay hoy, por eso la conservación ahora es mucho más importante", agregó precisando que uno de los principales problemas es la polución del río que atraviesa Londres. La reducción de su habitat natural, los cazadores y los perros son otros de los peligros que acechan a las blancas aves.

 

 

 

 

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