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CAUSA ABIERTA

El Peñón de Gibraltar: una pugna de 300 años entre España y el Reino Unido

El Peñón de Gibraltar: una pugna de 300 años entre España y el Reino Unido

Gibraltar, a donde llega hoy el ministro Miguel Ángel Moratinos convirtiéndose así en el primer jefe de la diplomacia española que visita el Peñón, es el único contencioso de relevancia que enfrenta a España y el Reino Unido, un problema que se remonta a trescientos años atrás. Cedido al Reino Unido en 1713 por el Tratado de Utrecht, ha sido objeto de disputa diplomática entre España y Gran Bretaña desde 1940, cuando el régimen del general Franco inició sus reclamaciones. Las reivindicaciones españolas han sido apoyadas por Naciones Unidas, cuya Asamblea General ha aprobado seis resoluciones (1965, 1966, 1967, 1968, 1973 y 1974) en las que pide el fin de la colonia e invita a las partes (España y Reino Unido) a negociar la resolución del asunto. Con la llegada de la democracia a España, los gobiernos de ambos países iniciaron un proceso de acercamiento, que desembocó en la Declaración de Lisboa, firmada el 10 de abril de 1980, en la que ambas partes se proponían resolver el problema de Gibraltar en un espíritu de amistad y de acuerdo con las resoluciones pertinentes de la ONU. El siguiente impulso vino de la Declaración de Bruselas, firmada por los ministros de exteriores británico y español, Sir Geoffrey Howe y Fernando Morán, el 27 de noviembre de 1984, por la que acordaban establecer un nuevo proceso negociador. Se abrió una serie de rondas de conversaciones -iniciadas en diciembre de 1985 por ambos ministros-, que llegaron a once y en las que participaron tanto gobiernos progresistas como conservadores de los dos países. En las negociaciones entre el ministro español Josep Piqué y el británico Jack Straw, en 2001 se llegó incluso a plantear el compromiso de llegar a un acuerdo a final del verano de 2002 y el gobierno británico reconoció en esa fecha estar de acuerdo en compartir con España la soberanía de Gibraltar. Se convocó una nueva ronda el 12 de julio de 2002, pero una remodelación en el gobierno en España, con la llegada al Ministerio de Exteriores de Ana Palacio, suspendió el encuentro. Con el nuevo gobierno socialista, en el poder desde abril de 2004, el ministro Miguel Ángel Moratinos y Straw acordaron retomar las conversaciones, "con agenda abierta", en las que el Gobierno gibraltareño "tendrá voz propia" y se impulsará la cooperación local como paso previo a la negociación de la soberanía. La primera reunión del nuevo Foro Tripartito (España, Reino Unido y Gibraltar) a nivel ministerial, tuvo lugar el 18 de septiembre de 2006 en Córdoba y se saldó con un acuerdo calificado de "histórico". Un acuerdo que incluyó el uso del aeropuerto, la actualización y pago de pensiones a españoles que han trabajado en Gibraltar, facilitar el tránsito de la verja y modernizar las telecomunicaciones. La segunda reunión del Foro se celebró en Londres el 2 de julio de 2008 y las tres partes acordaron incrementar la cooperación en seis áreas: medio ambiente y tráfico marítimo, servicios financieros, lucha contra la criminalidad, política de servicios financieros, bilingüismo, cooperación judicial, aduanera y policial y cuestiones relacionadas con los visados. La de hoy en Gibraltar es la tercera reunión del Foro, y junto a Moratinos estarán presentes su homólogo británico, David Milliband, y el ministro principal gibraltareño, Peter Caruana. Desde el punto de vista de política interna, Gibraltar cuenta con un Estatuto Autónomo desde 1969, mediante el que se establece un sistema político denominado dominio, en el que un ministro principal es el representante de la Corona británica. La respuesta española fue el cierre de la frontera, que volvió a abrirse regularmente para personas, vehículos y mercancías en 1985. La nueva Constitución, aprobada en referéndum el 30 de noviembre de 2006, dota de mayor capacidad de autogobierno a Gibraltar y garantiza un sistema judicial más independiente, aunque mantiene la soberanía del Reino Unido. Gibraltar ha entorpecido las relaciones anglo-españolas en otros ámbitos internacionales como la Unión Europea, de la que ambos países son miembros, sobre todo a la hora de llegar a acuerdos relacionados con fronteras. Para evitar el veto español en las normativas comunitarias, se ha utilizado como fórmula la denominada "excepción de Gibraltar", que establece que la legislación europea no se aplica en ese territorio.

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