Venezuela: policías monopolizan los secuestros express
Asesores de seguridad, detectives y víctimas coinciden en que el secuestro express cada día cobra un inusitado auge en la capital debido a la participación de policías que concentran el ilícito negocio de seres humanos. El fenómeno que hasta hace algunos meses constituyó un secreto sólo tratado por los investigadores fue abordado públicamente el pasado mes de marzo por el director del Cicpc. El comisario Wilmer Flores habló por primera vez de la banda "Los invisibles". Sin embargo, fuentes policiales confirmaron que esta agrupación delictiva se dividió para dar paso a otro grupo conocido como "Los invencibles". En la actualidad policías activos y retirados monopolizan los secuestros instantáneos en Caracas. En los primeros seis meses del año el Ministerio del Interior y Justicia recibió 113 denuncias referidas a secuestros express, pero los investigadores sostienen que en la capital se registra un promedio de tres eventos de este tipo cada día porque la mayoría de los agraviados se abstiene de formalizar la denuncia. La tendencia indica que en el primer semestre se produjeron 540 plagios y al concluir el año la cifra superará los 1.500 casos, debido a que el último trimestre suele tener mayor actividad criminal. El comisario Flores al abordar el tema instó a las víctimas a denunciar, a pesar de que sus captores atemorizan a los familiares al asegurarles que son policías. No obstante, en lo interno de los cuerpos de seguridad preocupa que los antisociales cuentan con unos 20 radios portátiles que han desaparecido de diferentes organismos. Con estos aparatos escuchan las exclusivas frecuencias del Cicpc y los alertan acerca de procedimientos en curso. Ingenieros en Comunicaciones han asegurado que resulta imposible neutralizar estos equipos. Fuentes de inteligencia revelaron que "Los invisibles" conformados en su mayoría por agentes de la Policía Metropolitana tienen su centro de operaciones en despachos policiales de Artigas mientras que "Los invencibles", integrados por agentes de Policaracas, tienen sus escondrijos en Caricuao. Las víctimas también coinciden en asegurar que el descaro con que obran los secuestradores es tan grande que actúan uniformados y utilizan las armas y las motos que la sociedad les proporcionó para proteger a los ciudadanos. La casuística policial refiere que la mayoría de los casos se producen en el lapso de las nueve de la noche a las tres de la madrugada. Contrario al espectro delictivo general, donde Libertador acapara el 75% de la criminalidad, este municipio registra sólo el 10% de los secuestros instantáneos. El 90% de las víctimas las ponen los municipios Chacao, Sucre, Baruta y El Hatillo. Las autoridades sostienen que la mayor cantidad de secuestros express ocurren en los ejes de Macaracuay- El Cafetal-Caurimare- San Luis- Santa Paula y en La Castellana-Altamira- Los Palos Grandes. También los delincuentes azotan a los residentes y transeúntes de Los Naranjos, El Hatillo y Los Chorros, pero el fenómeno en crecimiento ahora también se reporta en la actualidad en zonas deprimidas como Caricuao y Catia. La mayoría de las víctimas son jóvenes con edades que oscilan entre los 18 y 24 años de edad. El secretario de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Mayor, Ángel Rangel, dijo que es sumamente grave la participación directa e indirecta de policías en secuestros. "A veces alquilan las armas o prestan las motos y patrullas. El eje de nuestro plan metropolitano de seguridad es recuperar la imagen de nuestros policías porque el Estado no ha hecho nada para evitarlo", señaló. El criminalista y abogado Mario Mármol, quien desde hace diez años recorre el país asesorando a víctimas de secuestro, dijo que "notamos que hay varias bandas lideradas por policías uniformados que usan a delincuentes comunes para que cuiden y alimenten a los cautivos mientras ellos fungen como pegadores y negociadores". "Nuestros clientes nos refieren que han sido secuestrados en lugares donde frecuentemente existen alcabalas policiales. La colectividad está en estado de indefensión. Existe alergia entre la comunidad y las policías". Mármol señaló que el problema se torna más grave porque se han detectado barriadas donde frecuentemente mantienen cautivas a las personas, y los vecinos toleran esa situación porque no denuncian. "Hay una especie de complicidad colectiva porque policías apadrinan ese delito". Agregó que los policías ponen sus conocimientos en telefonía para salir bien librados. (El Universal)
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