Graves disturbios en ciudad francesa por muerte de un preso

La policía arrojó gases lacrimógenos para contener turbas que incendiaban automóviles y causaban destrozos, indignadas por la muerte de un preso, en la tercera noche de disturbios en un suburbio de esta ciudad. Los revoltosos lanzaron proyectiles contra policías y bomberos y destruyeron patrulleros policiales en los choques del jueves por la noche en Firminy, en las afueras de Saint-Etienne, según el departamento de bomberos regional. No se informó de heridos. La policía dijo que seis jóvenes fueron detenidos. El departamento de bomberos dijo que 10 automóviles y siete comercios en un centro comercial fueron incendiados. Los incidentes comenzaron cuando Mohamed Benmouna, de 21 años, fue hospitalizado el martes en coma después que la policía dijo que intentó ahorcarse en su celda. Benmouna, acusado de intento de extorsión, murió al día siguiente. Muchos jóvenes en su barrio de clase trabajadora sospechan que la policía mató a Benmouna, y sus padres interpusieron una demanda judicial reclamando una investigación exhaustiva del hecho. Decenas de jóvenes incendiaron el martes 30 automóviles y apedrearon a la policía en tres vecindarios cercanos. La policía reforzó el control en esas áreas y la noche siguiente fue menos violenta, aunque hubo otros vehículos incendiados. Pero el jueves por la noche se intensificó la violencia después que el fiscal Jacques Pin dijo que los exámenes preliminares médicos a Benmouna no indicaban señales de violencia. El recluso murió de "paro cardíaco por asfixia" después de colgarse del muro de su celda, precisó. El ministro del interior Brice Hortefeux también dijo que fue suicidio. "Un joven fue detenido como parte de una investigación por extorsión. Fue puesto en detención y, durante su detención, quiso suicidarse, y lamentablemente lo hizo", dijo el viernes por la radio RTL. Las autoridades están particularmente atentas a los focos de violencia entre jóvenes y policías en los suburbios de las grandes ciudades francesas desde los disturbios del 2005, desencadenados por la muerte de dos adolescentes que intentaban escapar de la policía en un suburbio de París. Los incidentes arreciaron en las viviendas públicas donde jóvenes árabes y negros con raíces en las ex colonias francesas estallaron de indignación aduciendo discriminación.