"Uno no tiene que mezclar armas con licor", dice el jugador colombiano que mató a un hincha

El futbolista confesó a EL TIEMPO que deseó que se lo tragara la tierra el pasado domingo, luego de los hechos en que se vio involucrado y en los que perdió la vida Israel Cantillo Escamilla. El mediocampista del Junior de Barranquilla, luciendo un jean azul y camiseta marrón, con visibles laceraciones en ambas manos, dialogó con este diario la mañana del miércoles en la oficina de su abogado, Héctor Esmeral Lafourie. La taza de tinto, que tomaba quedó a un costado cuando empezó a responder, mientras su rostro se veía pálido y sus labios temblorosos. Sin duda, más introvertido que cuando daba declaraciones sobre fútbol. Flórez, pese a las insistentes preguntas, no quiso hablar de los detalles de cómo ocurrieron los hechos, en los que murió Cantillo, de cuatro tiros, y sólo se limitó a decir que ya rindió su declaración de los hechos ante las autoridades. Tampoco quiso hablar de si fue insultado porque su equipo perdió la final ni si el arma que portaba tenía salvoconducto.

¿Cómo se siente, Javier?

La verdad, triste. Esto es muy difícil. Es algo que no se lo deseo a nadie. Pasó y ahora hay que poner la cara y saber que esto no tiene que volver a pasar. Esto no es fútbol. El fútbol es alegría. Estoy bastante dolido con todo esto.

Su técnico Julio Comesaña decía en el entrenamiento del lunes que estas situaciones de la calle siempre comienza por alcohol, drogas y armas. ¿Comenzó todo por discusión de fútbol? ¿Le gritaron algo?

Siempre que ocurre algo siempre salen muchas versiones. Yo di mi declaración y todo eso está en el proceso. Esperemos que cuando se solucione todo esto salga toda la verdad y ustedes sepan realmente todo lo que pasó.

¿Pero la gente le gritó 'maleta' para comenzar la disputa?

Vuelvo y te digo, yo di me declaración. Eso está en el proceso y prefiero que sea allá que se solucione todo eso.

¿Usted conocía a la persona?

La verdad que no. No lo conocía.

¿Allí cerca viven sus padres?

Sí, a unas cuantas cuadras. Y allí también vivía con ellos.

¿Estaba recién mudado?

Ya tenía un año de estar allí.

Luego de la disputa del título, ¿usted regresó a entrenar jueves?

Sí, el jueves, viernes y sábado. Hicimos una minipretemporada.

El sábado, nos decía Comesaña, que les había recomendado a todos los jugadores mucho descanso y mucha familia.

Pues sí. El 'profe', como todo, es una persona con mucha experiencia y siempre trata de aconsejarnos de la mejor forma.

¿Comenzó a tomar temprano el sábado?

Como le dije, estaba departiendo con un amigo. Me tomé unas cervezas y después fue que ocurrieron todos los hechos.

¿Fue cerca de la casa?

Sí, a la vuelta de la casa.

Javier: hay una versión que a las tres de la mañana ya un grupo de persona se había metido con usted. ¿Eso es cierto?

Vuelvo y te digo: ya di mis declaraciones. Eso está en el proceso y prefiero que sea allá que se hable de todo eso.

¿Usted esa noche durmió en su casa?

Pues sí... No, no. Ese día se presentaron los hechos y fue cuando me tocó presentarme en el CTI.

¿Hubo agresión a su carro antes de comenzar los hechos?

La verdad que son cosas que yo pienso que tiene que solucionar la Fiscalía y prefiero no hablar de eso.

¿Hubo intento de agresión a la casa de sus padres después de los hechos?

No, no, en ningún momento. Gracias a Dios no se metieron con ellos. Agradeciéndole a Dios por eso.

¿El arma tenía tiempo de tenerla?

Pues... Eso tengo que hablarlo en la Fiscalía.

¿Tiene salvoconducto?

Como te dije: tengo que hablarlo en la Fiscalía. No puedo hablar de eso antes.

¿Ha estado rodeado de sus compañeros del Junior?

Sí, me han apoyado bastante en este momento difícil. Agradecido con todos ellos, con todos mis compañeros, con el cuerpo técnico y con la junta directiva, que no me ha dejado solo en esto. No tengo palabras para decirle todo lo que han hecho por mí.

¿El abogado lo puso el club?

Sí. Ellos apenas se enteraron del problema fue lo primero que hicieron (el primero, Óscar Marín, lo contrató el Junior; el actual, Héctor Esmeral, lo contrató el jugador).

Nos decía Comesaña que todo era confuso y que prefería no opinar. ...

No querrán opinar porque, como te dije ahorita, esto no es fútbol. El fútbol es otra cosa, el fútbol es alegría. Es un hecho que no tiene que volver a pasar. La verdad es que estoy muy arrepentido por todo esto. Aprovecho para pedirle perdón a toda la afición barranquillera, a la familia del muchacho, que se que está viviendo un momento difícil, y solo un mensaje: que esto no tiene que volver a pasar. Esto no es fútbol y el fútbol no tiene nada que ver con esto.

Podría aprovecharse la ocasión para decir que estar armado no es buena compañía...

Sí, yo creo que esto es algo que no se debe hacer. Mezclar arma con licor. Y cosas que traen consecuencias muy dañinas. Y, bueno, solo eso, que uno no debe mezclar armas con licor.

Javier: no era lo ideal para un deportista estar tomando cuando tenía competencia pronto y usted era titular indiscutido para el partido de este domingo con Millonarios.

Son cosas que pasan. Sé que está mal hecho. Lo reconozco. Ahora solo pasó eso y ahora estoy aquí poniendo la cara por todo, por todo.

Luego que ocurren los hechos, usted se presenta, me imagino unas horas tormentosas...

Sí, es difícil. Situación difícil. Son, mejor dicho, las peores horas que he pasado en mi vida.

¿Antes había tenido, no de muerto, pero sí algún atraco, situación similar?

Nunca, nunca.

Para dormir, nos enteramos, usted ha tomado pastillas porque no podía conciliar el sueño.

Pues sí. Han sido días difíciles. Me ha tocado tomar algunos tranquilizantes para poder descansar.

¿Anteriormente había tomado?

No.

Cuando abandona el lugar de los hechos, antes de entregarse, ¿en qué momento recapacita usted, Javier?

Son cosas que pasan demasiado rápido; que, bueno, pasan horas y uno no cree en lo que pasó. Bueno, la verdad hoy no digamos que estoy bien, estoy un poco más calmado, pero es algo que uno, no, no... Uno cree que esto es un sueño, una pesadilla más bien, una pesadilla y no sabe cuando va despertar.

¿Exclamó algo, pensando en todo, Javier?

Sí, uno cree mucho en Dios. En momentos difíciles, buenos y malos está con Él. Primero que todo hay que pedirle perdón a Él.
Él nos da la vida y el único que tiene derecho a quitárnosla.

¿Desde el momento que ocurren los hechos hasta cuando usted se presenta ante las autoridades, qué hizo?

Mi familia es muy cristiana, ha estado conmigo a todo momento. Estuvimos orando, pidiéndole perdón a Dios.

¿Es creyente de algún Santo?

Creo en Dios.

En estos días difíciles de conciliar el sueño, ¿ha hecho un recorrido por el campo deportivo de todo lo que tenía proyectado?

Bueno, sí. Esto es lo que he vivido. Todas las cosas que me había propuesto. Uno no pierde la ilusión de hacerla realidad. Esperemos que se solucione esto y veremos qué
pasa.

¿Esto ni en pesadilla había pasado?

La verdad que no. Ojalá que no vuelva a ocurrir con nadie más.

Su familia también está afectada, aparte de usted.

Sí, mi familia está bastante afectada. Ya hablé con ella y le pedí perdón por todo esto que está viviendo. La familia siempre está con uno. Mi familia no me ha dejado solo y
siempre ha estado conmigo.

¿Es cierto que a su mamá la operaron recientemente del corazón?

Ella tuvo una operación, está reciente, pero no fue de corazón.

Me imagino que la madre, que es más apegada a los hijos, es la que más se afecta.

Obviamente está muy afectada. Hablé con ella y creo que debe estar un poco más calmada.

¿Algún mensaje?

Sí, a la afición le pido disculpas, perdón. A la familia (de la víctima) también, que sé que es un momento difícil que están pasando. A mi familia, a Dios. A Dios primero que todo, porque es Él que nos da la vida y el único que tiene derecho a quitárnosla. Esto no tiene que volver a pasar. A las personas que es un ejemplo claro que uno no tiene que mezclar armas con alcohol. Y que estoy arrepentido por todo esto.

Por último, Javier: ¿pensó en esos momentos de desesperación que se lo tragara la tierra?

Pienso que todos los seres humanos cuando estamos en momentos difíciles siempre pensamos así, queremos que se abra la tierra y nos trague. Bueno, yo pienso que en ese momento no fui la excepción.