Un cocodrilo cubano repatriado tras vivir varios años en España
Un cocodrilo de origen cubano llevado ilegalmente a España hace varios años quedó instalado este jueves en el Jardín Zoológico de La Habana, tras ser repatriado en un vuelo comercial, y será reincorporado después a un criadero como reproductor de su especie. El "Crocodylus Rhombifer" retornado, una hembra de unos diez años de edad y metro y medio de longitud, llegó a última hora del miércoles al aeropuerto habanero en un vuelo de la aerolínea española Iberia, tras un viaje de 36 horas desde Mallorca. Después tuvo que esperar aún tres horas de trámites aduaneros para salir de la caja de madera en la que voló, un verdadero ataúd con huecos para que respirara, y quedó en una jaula del Jardín Zoológico, donde pasará una "cuarentena". "Tiene muy buen aspecto fenotípico. Es un 'Rhombifer' inconfundible", declaró a Efe el responsable del programa de cocodrilos de la empresa de Flora y Fauna del ministerio cubano de Agricultura, Roberto Rodríguez Soberón, tras los primeros exámenes. Pero apuntó que "la última palabra" sobre la pureza de su especie la tendrá una prueba de genética molecular que le realizarán en la facultad de Biología de la Universidad de La Habana. Esta especie de lagarto, que tiene una de las distribuciones más restringidas del mundo, es endémica de Cuba, donde hay unos 10.000 ejemplares en criaderos instalados en la Ciénaga de Zapata, al sur de la provincia de Matanzas, y en la Isla de la Juventud, al suroeste de La Habana. Un especialista del Centro de Inspección y Control Ambiental de Cuba (CITES), José Álvarez, explicó a Efe que la primera comunicación sobre el paradero del cocodrilo abandonado en Baleares fue enviada por las autoridades equivalentes de España en septiembre del año pasado. De su vida en España sólo se sabe que fue abandonado en septiembre de 2003, dentro un saco y con la boca atada con una cinta, a las puertas del Consorcio para la Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (COFIB), con sede en Mallorca, que asumió su cuidado desde entonces. Se presume que su traslado ilegal desde Cuba lo hizo algún turista que visitó la Ciénaga de Zapata y allí adquirió el ejemplar aún bebé. Álvarez señaló que la captura, el comercio y el transporte del "Rhombifer" están prohibidos en Cuba. "Sólo se permite el comercio internacional de especímenes criados en cautividad en el Criadero de la Ciénaga de Zapata, con un certificado otorgado por la Autoridad Administrativa", agregó. Los turistas pueden adquirir artículos confeccionados con las pieles o cocodrilos disecados, pero no animales vivos, en dicho criadero, fundado en 1959. Según Álvarez, Cuba exportó en los años ochenta seis ejemplares de "Rhombifer", tres machos y tres hembras, a un zoológico de España que luego cerró por malas condiciones, y se desconoce el paradero de aquellos animales o si tuvieron descendencia. Fotos del cocodrilo enviadas desde Mallorca y otros datos permitieron a los especialistas cubanos comprobar que era un auténtico "Rhombifer", por lo cual en marzo pasado se decidió su repatriación, aunque el desconocimiento de cómo llegó a las Baleares hizo particularmente "engorroso" el retorno. Álvarez indicó que tras una evaluación el animal podrá ser incorporado al "plantel reproductor" del criadero de la Ciénaga de Zapata, o bien vincularlo al programa de Cayo Potrero, en la Isla de la Juventud, que ha liberado a cientos de cocodrilos con resultados positivos. Pero no está prevista la liberación del repatriado en el medio silvestre, pues ello requiere de "una rehabilitación" que permita al animal valerse por si solo, y este ejemplar ha estado mucho tiempo en cautividad. "A priori, se considera de mayor valor su conservación como reproductor y liberar a sus descendientes", precisó. Tras el primer contacto con la "cocodrila", sus nuevos protectores ya están pensando en nombrarla "Mallorca" o "La mallorquina", como recuerdo a la tierra que la acogió.
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