Para derrotar al Alzheimer hay que tomar varias tazas de café
Tomar varias tazas de café al día podría revertir los problemas de memoria asociados con la enfermedad de Alzheimer, afirman científicos estadounidenses. La investigación, llevada a cabo con ratones, reveló también que la cafeína dificulta la producción de las placas de proteína que se cree provocan la enfermedad. Otros estudios en el pasado ya han sugerido que la cafeína podía tener un efecto protector contra el Alzheimer. Pero expertos británicos afirman que la nueva investigación -publicada en Journal of AlzheimerDesease (Revista de la Enfermedad de Alzheimer)- no significa que los pacientes que sufren demencia deben empezar a consumir suplementos de cafeína. En el nuevo estudio, los investigadores de la Universidad de Florida modificaron a 55 ratones para que desarrollaran síntomas de Alzheimer. Primero, los científicos utilizaron pruebas conductuales para confirmar que los ratones mostraban signos de deterioro de memoria cuando tenían 18 o 19 meses de edad, el equivalente a una edad humana de unos 70 años. Posteriormente con la mitad de los ratones colocaron cafeína en el agua que les daban para beber. Al resto les dieron agua simple. Los que tomaron la cafeína consumieron el equivalente a cinco tazas de café al día (227 gramos), cerca de 500 miligramos de cafeína. Según los científicos ésta es la misma cantidad que se consume en dos tazas de café "especial" -como el latte o capuccino que se compran en las cafeterías- 14 tazas de té, o 20 bebidas gaseosas. Cuando dos meses después los investigadores volvieron a llevar a cabo las pruebas en los animales, los que habían consumido la cafeína tuvieron un "mucho mejor" desempeño en sus capacidades de memoria y pensamiento y lograron una ejecución tan buena como la de los ratones de la misma edad que no tenían demencia, dicen los autores. Los que bebieron agua simple mostraron un mal desempeño en las pruebas. Además, los cerebros de los ratones que consumieron cafeína mostraron una reducción de casi 50% en los niveles de proteína beta-amiloidea, el compuesto que forma unas placas destructivas en el cerebro de los pacientes con demencia. Pruebas posteriores relevaron que la cafeína afecta la producción de las enzimas que son necesarias para producir esta proteína. Los científicos también creen que la cafeína suprime los cambios inflamatorios en el cerebro que conducen a una sobreproducción de la beta-amiloidea. En estudios previos llevados a cabo por el mismo equipo los científicos demostraron que los ratones jóvenes que habían sido modificados para desarrollar Alzheimer pero a quienes se les dio cafeína en sus primeros años de adultez, quedaron protegidos contra la aparición de problemas de memoria. "Estos resultados son particularmente positivos porque revertir los problemas de memoria ya existentes es un proceso mucho más difícil de lograr" explicó a la BBC el doctor Gary Arendash, quien dirigió el estudio. "Los nuevos resultados ofrecen evidencia de que la cafeína podría ser un "tratamiento viable" para la enfermedad de Alzheimer establecida, y no simplemente una estrategia de protección" agrega el científico. "Esto es importante porque la cafeína es una droga "segura" para la mayoría de la gente, entra fácilmente al cerebro y parece afectar directamente el proceso de la enfermedad" agrega. El doctor Arendash y su equipo esperan ahora comenzar ensayos clínicos con cafeína en humanos para ver si se confirman los resultados encontrados con los ratones. Los investigadores no saben si una cantidad más baja de cafeína podría ser igual de efectiva, pero señalan que para la mayoría de la gente podría ser seguro consumir 500 miligramos diarios. Sin embargo, subrayan que la gente que sufre hipertensión y las mujeres embarazadas deben limitar su consumo de cafeína. Estudios previos sobre la cafeína ya han revelado que ésta podría retrasar la aparición de Alzheimer e incluso proteger contra la demencia vascular. Sin embargo, los expertos afirman que se necesitan muchas más investigaciones para determinar si el café puede tener el mismo impacto en ratones y en personas. (BBC Ciencia)
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