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CAUSA ABIERTA

Una tormenta de arena cubre Irak y causa problemas respiratorios

Una tormenta de arena cubre Irak y causa problemas respiratorios

Cientos de iraquíes han solicitado asistencia médica tras una de las peores tormentas de arena de las que se tienen memoria y que se ha extendido una semana, atorando gargantas, obligando a cerrar los ojos y afectando especialmente a quienes sufren asma. La tormenta ha forzado al vicepresidente estadounidense, Joe Biden, que se encuentra de visita en el país, a cancelar los planes de volver al Kurdistán y también ha interferido en su agenda de reuniones en Bagdad. También ha ocasionado numerosos retrasos de vuelos en la capital iraquí y esta semana retrasó la primera ronda internacional de ofertas por los yacimientos de petróleo desde la invasión de Irak, en 2003. Muchas tiendas de Bagdad permanecieron cerradas el domingo, mientras que policías con mascarillas dirigían el escaso tráfico a través de las brumosas y fantasmagóricas calles. Las salas de urgencias de los hospitales estaban a rebosar de personas que se quejaban de problemas respiratorios, dijeron las autoridades. "Estamos en alerta. Esta es la peor tormenta de arena que jamás hayamos tenido en Irak", dijo el doctor Jasib Lateef, director de operaciones en el Ministerio de Sanidad iraquí. "Hay un gran número de personas que está acudiendo a las salas de emergencia de los hospitales, poniendo en dificultades nuestros recursos", añadió. Al menos 300 personas acudieron al hospital Ibn al-Nafees de Bagdad con problemas respiratorios el domingo, dijo un responsable hospitalario. "Ha habido mucho polvo durante una semana, Si las personas saludables no pueden respirar, imagínese los niños", dijo Eman um Ali, que llevó a su hijo, enfermo de asma al hospital, a Reuters Television. Irak ha sufrido otras tormentas de arena, pero varios años de sequía han agravado este año la situación. El escaso flujo de agua de sus en el pasado caudalosos ríos, el Tígris y el Éufrates, que se ven afectados por las presas en países vecinos como Turquía, ha empeorado las cosas. La escasez de agua hace que la tierra se seque y se vuelva más polvorienta. El fino polvo entra en todas partes, filtrándose por debajo de las puertas y ventas para cubrirlo todo y deja un sabor metálico en la lengua. "Hay muy poca agua en los dos ríos. Además, hemos tenido tan poca lluvia el año pasado. Eso ha convertido nuestra tierra en un desierto", dijo Ayad Bader. El doctor Thamer al Ali, director del hospital Al-Kindi de Bagdad, dijo que las instituciones médicas iraquíes estaban acostumbradas a los problemas sanitarios que originan estas tormentas. "Pero las tormentas de armas solían duran un día, no como ahora, duraron mucho", dijo Ali.

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