Otro que se va... El Papa decidió remoción del obispo de Minas

El Papa, Benedicto XVI, decidió la remoción del Obispo de Minas, Monseñor Francisco Barboza, tras conocerse que podría haber mantenido relaciones homosexuales, según confirmaron fuentes eclesiásticas a EL PAÍS digital. La Conferencia Episcopal del Uruguay hizo público un comunicado en el cual confirmó la noticia e informó que se ha nombrado Administrador Apostólico de la Diócesis de Minas a Monseñor Rodolfo Wirz, Obispo de Maldonado-Punta del Este. Wirz dijo a EL PAÍS digital que oficiará de "Obispo Interino", o provisorio, hasta que se nombre definitivamente al sucesor de Barboza. "Mi misión es llevar la marcha de la diócesis de modo que todo siga su camino lo más habitual posible después de lo que ha sucedido, de pública notoriedad", explicó. Además, el Obispo responsable de Maldonado y Rocha dijo que es importante identificar que hay una falta muy grave y no se puede disculpar nada pero, al mismo tiempo, está la misericordia y la fuerza para asumir las consecuencias de lo que uno ha causado para asumir con más coherencia y fidelidad las responsabilidades. Monseñor Rodolfo Wirz, dijo a EL PAÍS digital que por un tiempo asumirá la responsabilidad de esta diócesis de modo de proseguir con el trabajo permanente de evangelización y explicó que hay un mecanismo por parte de la Santa Sede para llegar a la designación de lo que será el obispo definitivo. Si bien no hay fecha para esto, Wirz manifestó que "lo interino no se puede prolongar en demasía" por lo que cree que su administración apostólica provisoria será breve. El comunicado que llegó a los medios dice "Los Obispos expresamos el profundo dolor por el grave pecado que ha dañado a la Iglesia y de manera especial a la Diócesis de Minas". Los hechos se conocieron a raíz de una investigación judicial que el prelado solicitó al ser víctima de una extorsión. Por estos hechos fueron procesados dos adultos con antecedentes penales. Para rematar, el nombrado Obsipo Interino de la diócesis de minas dijo que la idea no es continuar el camino como si "no hubiese pasado nada" sino que "sucedió mucho" pero sin perder de vista la prioridad evangelizadora. La situación canónica de Barboza a partir de esta decisión de Benedicto XVI es la de un obispo emérito, que ya ha cumplido su misión o, vulgarmente dicho, "jubilado". Esto no significa que no pueda continuar brindando servicios a la iglesia los cuales serán definidos por el cardenal.