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CAUSA ABIERTA

"Los Segundos": una peligrosa especie que apareció en América Latina

"Los Segundos": una peligrosa especie que apareció en América Latina

Por Carlos Lemos

Arropados al calor del poder están surgiendo en América Latina una suerte de políticos que no sólo no inspiran confianza, sino que infunden temor y crean alarma entre las renacientes democracias de América Latina. Algunos por sus dichos y otros por su hechos, además de crear confusión en la opinión pública, tuercen los destinos de las naciones. Pero no son cualquier clase de políticos, ni dirigentes encumbrados, son nada más y nada menos que "los segundos". Aquellos que no pudieron llegar al poder total y, resentidos, incumplen con su palabra con total desparpajo y hasta llegan a la traición, velada o desembozada. Para ser bien claros empecemos por casa, que es cómo deben hacerse las cosas. Las internas partidarias en Uruguay mostraron la peor cara de "los segundos". Hasta hace pocos días Jorge Larrañaga decía que si ganaba Luis Alberto Lacalle, el Partido Nacional de hundía y amenazó con sacar a relucir todos los casos de corrupción durante su Administración anterior. Cuando se supo el resultado, Larrañaga corrió a los brazos de Lacalle y aceptó "al toque" -como dicen los jóvenes- ser su vice para pelear "juntos" las elecciones nacionales de octubre. Los politólogos coincidieron que esta actitud le dio buenos réditos al Partido Nacional "porque mostró unidad". Allá ellos. En las tiendas del Frente Amplio, las cosas con "el segundo" parecen un poco complicadas, pero los antecentes y el final serán los mismos. En las últimas arremetidas Danilo Astori dijo de todo de José Mujica y vaticinó la derrota de la izquierda si su contendor ganaba las internas. Como se sabe, Astori estuvo internado por una afección pulmonar durante el último tramo de la campaña. Desde ese momento utilizó a sus emisarios para tratar de revertir las tendencias electorales y ahora, ya con las carta echadas, nombró "padrino" para discutir con un representante de Mujica "las condiciones" para ser su vice. Si nos vamos de Uruguay y recalamos unos segundo en Argentina nos encontramos con otro "segundo" ya famoso, el vicepresidente Julio Cobos. Este sí que es un espécimen soberbio con muchas posibilidades de llegar a ser primer mandatario. Cuando los patrones del campo se enfrentaron con el gobierno en una instancia parlamentaria crucial, Cobos no tuvo prurito alguno en darle la espalda a la presidenta para dar su voto decisivo a los terratenientes que paralizaron meses al país con los recordados cortes de rutas. Pues bien, ahora Cobos tiene a 14 diputados-hacendados sentados a su lado, y siempre envuelto en la bandera argentina. Pero salgamos de Argentina y vayamos a la turbulenta hermana Honduras. Allí el "segundo" es de armas tomar: Roberto Micheletti. Los militares se encargaron de sacar a punta de pistola del país al presidente constitucional Manuel Zelaya y pese a la repulsa mundial, el "segundo", golpeándose el pecho acaloradamente, no sólo armó rápidamente un gobierno paralelo, sino que advirtió que Zelaya terminará en la cárcel si hoy vuelve a Tegucigalpa. Sería un poco alocado inferir que detrás de todos estos acontecimientos está la CIA. Son otros tiempos y no se le puede echar siempre todas las culpas a la siniestra inteligencia estadounidense, más bien se trata de naturaleza humana. Tampoco es cuestión de andar con fusilamientos, nada de eso. Con identificar claramente a los peligrosos "segundos" es suficiente.

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