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CAUSA ABIERTA

El factor "Argentina" enfrenta a los candidatos blancos en Uruguay

El factor "Argentina" enfrenta a los candidatos blancos en Uruguay

Los precandidatos blancos cerrarán hoy sus campañas para las internas del domingo 28 en medio de un cruce de declaraciones, desatadas a partir de la presencia en Montevideo del ex jefe de Gabinete de Argentina, Alberto Fernández. El ex funcionario del gobierno de Néstor Kirchner dictó ayer una conferencia en un desayuno de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), donde tuvo palabras elogiosas para los precandidatos Luis Alberto Lacalle (Partido Nacional) y José Mujica (Frente Amplio), y además se reunió con ellos: con Lacalle el lunes en el domicilio del precandidato de Unidad Nacional, y con Mujica ayer en horas de la tarde en un apartamento en Canelones y Ejido. Las referencias de Fernández a Lacalle y Mujica y las reuniones con éstos, irritaron al precandidato de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, que ayer mismo dijo que tanto el ex presidente como el senador tupamaro tienen la "bendición" de Kirchner. En ADM, Fernández dijo que las elecciones en octubre serán entre dos candidatos "buenos", en alusión a Lacalle y Mujica, primeros en intención de votos para ganar las internas en sus respectivos partidos. Y agregó que ambos tienen programas y proyectos de "centro (en referencia a Lacalle) y de centro-izquierda (por Mujica)". Fernández dijo que si bien son proyectos "que no están parados ideológicamente en el mismo lugar", es algo que "no debería ser un gran problema para los uruguayos". "No comparto mucho esa idea de que la opción por Mujica podría ser, frente al mundo, difícil de entender, porque Mujica ha sido probado como funcionario y fue bueno", manifestó el ex funcionario "K". Fernández dijo tener por Mujica un "enorme respeto por el padecimiento que vivió, por su fortaleza de vida y llegar hasta este momento".

Mujica ha mantenido reuniones en la ciudad de Buenos Aires con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. Sobre Lacalle, el ex jefe de Gabinete argentino dijo que fue "también un presidente exitoso en su momento" (1990-1995) y que es "un gran orador". Tanto Lacalle como Mujica mantuvieron en reserva sus reuniones con Fernández, hasta que el ex funcionario argentino las hizo públicas ayer en ADM. Reacciona Larrañaga. Lacalle y Mujica tienen "la bendición" Kirchner, sostuvo ayer Larrañaga, al reaccionar por los comentarios de Fernández. Larrañaga -que cerrará hoy su campaña para las internas con un acto en el Cerro a la hora 18-, dijo que Fernández es un "mensajero" de Kirchner que vino "a elegir candidatos dentro de la izquierda y del Partido Nacional". La explicación que encontró es que su presencia en Montevideo y su reunión con Lacalle son la respuesta del gobierno argentino a su reciente enfrentamiento con el embajador de ese país, Hernán Patiño Mayer.

Hace unas semanas, Larrañaga criticó a Kirchner, provocando una respuesta de Patiño Mayer. El tema terminó en manos del canciller Gonzalo Fernández, que llamó al embajador argentino. "Esto es una cuestión entre la dignidad de los uruguayos y la prepotencia arrogante de algunos señores del centralismo porteño", sostuvo Larrañaga refiriéndose a Kirchner y al propio Fernández.

Larrañaga dijo que si Fernández le hubiera solicitado una reunión, "habría evaluado" si se la concedía. De todos modos, sostuvo que las reuniones con Lacalle y Mujica son "un atrevimiento" de parte de Fernández y "un acto gravísimo de injerencia intolerable", porque Fernández perteneció a "uno de los gobiernos que más agredió" a Uruguay, en referencia al conflicto diplomático con Argentina por la instalación de la planta de Botnia en Fray Bentos, y la tolerancia del gobierno de Kirchner al bloqueo del puente binacional San Martín desde noviembre de 2006.

Larrañaga insistió que "esto es nuevamente entre la dignidad uruguaya y la prepotencia y la arrogancia de algunos centralistas porteños que creen que tienen derecho a intervenir de esta forma lamentable", y dijo que "por suerte, y lo digo con toda alegría, no soy el candidato de los Kirchner en ninguna de sus posibilidades". También consideró que Patiño Mayer debería dejar de ser el embajador de Argentina en Uruguay. Ayer en el marco de una gira por Minas, Lavalleja, Lacalle aprovechó una conferencia de prensa para responder al enojo de Larrañaga. "Comprendo al doctor Larrañaga porque son los últimos minutos (de la campaña electoral), pero el señor Fernández no eligió candidato. Vino a ver a un ex presidente. Es bastante normal que quiera conocer a quien ejerció la Presidencia. Soy el único ex presidente del Partido Nacional. A lo mejor dentro de un tiempo lo verá a él. Por ahora soy yo".

Lacalle -que cerrará su campaña para las internas hoy en Maldonado- contó que Fernández quería conocerlo, porque nunca habían hablado. "Hablamos de la relación con Argentina, el conflicto y fundamentalmente del tema de los puentes, pero también de otros temas. Está el tema del dragado, que no es menos importante. El dragado tiene valor geopolítico de la antigua lucha de puertos y que nosotros le damos mucha importancia, implica una desventaja para los puertos de la costa oriental y es el origen de los viejos conflictos de 300 años con Argentina", dijo Lacalle en Minas. El precandidato de Unidad Nacional quedó conforme con la entrevista con Fernández porque le permitió acercarse al gobierno argentino, con el que hasta ahora no tenía contactos. "Si nos toca el gobierno, borrón y cuenta nueva. Uruguay y Argentina deben llevarse bien, no es un tema optativo. Hicimos consideraciones de cómo podría ser el futuro, hablar del pasado ya está, revolver el pasado en lo internacional es poco productivo", indicó Lacalle. Si gana la interna del Partido Nacional el próximo domingo 28, Lacalle encarará "una acción más profunda" que una simple conversación con el gobierno argentino, adelantó.

"Salvar" la educación y "lucha frontal" al delito

Los precandidatos blancos Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga dedicaron anoche sus dos actos previos al cierre de sus campañas para las internas del domingo 28, a hablar uno sobre educación y el otro sobre seguridad pública.

En Minas, Lavalleja, Lacalle dijo que hará una cruzada por la "salvación" de la educación pública ante la "horda de grosería y barbarie" que manda en muchos centros educativos. Ante más de 500 personas en el gimnasio del Club Sparta, Lacalle ensayó una sonrisa y se puso la mano en el corazón cuando inició su discurso. Dijo que "esta vez no puede fallar" y al final terminó el acto rodeado de jóvenes que subieron al escenario y cantaron el jingle oficial de su campaña. Entre banderas, tambores, gritos y bocinazos, la Cumbia del Qki le puso calor a una fría noche. Sin sus bastones canadienses, Lacalle se mostró ayer con un pequeño bastón marrón. En Minas, Lacalle hizo hincapié en la educación, como "fábrica de gente", y decidió rendir "un homenaje" a maestras y profesores, que "son la frontera del bien". El ex presidente (1990-1995) propone "dar autoridad a los docentes" y dijo que hace poco las autoridades educativas prohibieron a los profesores denunciar los actos de violencia en los liceos.

La educación pública debe ser "la prioridad nacional más importante", sostuvo Lacalle.

Larrañaga, en tanto, habló anoche la Plaza de los 33 en Montevideo, donde insistió con su plan para mejorar la seguridad pública y lanzó una fuerte arenga para dar batalla por la candidatura presidencial. En una noche gélida, que no amilanó a los cientos que lo acompañaron y que mostraron entusiasmo con banderas y papel picado, Larrañaga sostuvo que la seguridad pública será uno de los ejes de su gobierno. En ese marco, demandó el restablecimiento del principio de autoridad, y anticipó que encabezará una "lucha frontal" contra la delincuencia, particularmente contra los que trafican con pasta base, para quienes adelantó que promoverá un aumento de las penas. Insistió en que como parte de su plan impulsará una Guardia Nacional con 2.000 efectivos bien equipados, bien pagados y entrenados, para que combatan a delitos como el tráfico de drogas, y la falta de seguridad.

"Piedras" dentro y fuera del partido

El senador herrerista Luis Alberto Heber se quejó ayer en Minas, Lavalleja, por los "cascotazos" que le han tirado a Luis Alberto Lacalle, aun desde la interna del Partido Nacional. "Esas piedras las pondremos como cimiento para construir un nuevo Uruguay", advirtió Heber. "Nos han tirado algún cascotazo, alguna piedra de quienes no creíamos que nos iban a tirar. No importa quiénes tiran las piedras, importa la actitud de nuestro sector y de nuestro candidato: nunca hemos contestado las piedras con otras piedras. Nunca hemos atacado a nadie en esta campaña, no etiquetamos a nadie", indicó Heber. Consultado por El País, Heber dijo que "menos" el precandidato colorado Luis Hierro López, todos le "tiraron piedras" a Lacalle y Unidad Nacional. Lacalle también habló de las críticas que ha recibido (ver nota aparte).

Lacalle: fórmula "ideal y natural"

"Por supuesto, sería lo ideal y lo natural", respondió ayer Luis Alberto Lacalle, consultado en Minas sobre si hay posibilidades de que comparta la fórmula presidencial del Partido Nacional con Jorge Larrañaga en caso de que gane el domingo la interna.

Y agregó: "Hay dos personas que encabezan las dos columnas, nada mejor que la sumatoria de la cabeza de las columnas para que todos los demás compañeros, con comodidad, se vayan aproximando. Son dos líneas convergentes y esperemos que el domingo por la noche logremos esa formula".

Lacalle no cerró la posibilidad de ir de vice: "Todo está sobre la mesa".

En conferencia de prensa, el precandidato de Unidad Nacional admitió: "Ya hemos hablado tanto que hasta el silencio sería bienvenido en este momento (…). Ante algunas salidas de tono de Larrañaga hemos contribuido con el silencio, que es la mejor contribución a que el partido permanezca unido y que no haya una disputa grande. No hemos hecho una sola crítica a un compañero". Agregó que Larrañaga hizo un "anuncio equivocado", cuando afirmó ayer que la campaña electoral para octubre contra el Frente Amplio será más violenta si gana Lacalle la interna del Partido Nacional. "Es un anuncio equivocado de Larrañaga. La palabra violenta es una palabra fea, yo no la usaría, pero él la eligió. Por la diferencia abismal que hay con el FA, será una campaña dura, profunda. No es entre más o menos y más o menos, es entre dos posiciones absolutamente distintas respecto del país, la familia. Hay una verdadera elección por la distancia que nos separa. Hay que distinguir firmeza y dureza de violencia, que es una palabra fea y no debemos usar", insistió Lacalle. El intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, dijo que ya se imagina "la película" de la noche del domingo 28, cuando Lacalle le extienda la mano a Larrañaga y le diga: "Compañero, te quiero a mi lado, tienes que ser mi compañero de fórmula". (El País)

 

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