Estudiantes junto a sus padres marchan contra la violencia armada en Honduras

Centenares de estudiantes hondureños, acompañados por sus padres y maestros, marcharon hoy en Tegucigalpa contra la violencia y abogaron por la paz en el país, como parte de las actividades de la Semana de Acción Global contra la Violencia con Armas. Los estudiantes, de educación primaria y media, caminaron por una avenida principal de la capital hondureña y finalizaron el recorrido en la Plaza Central de la capital, donde pidieron un país en paz y sin armas. "Hemos venido a decir que queremos una Honduras sin violencia, sin armas y que todos vivamos en paz", expresó a Efe una alumna de un colegio de la ciudad de Comayagua (centro). "Apaga el fuego de la violencia armada", "Queremos paz", "Nacimos sin armas y queremos vivir sin ellas", "Convivencia en paz sin armas" y "Convivir en paz es nuestro derecho" eran algunos de los mensajes de los manifestantes, que además llevaban globos blancos y azules, representando la bandera nacional. La actividad fue auspiciada por la oficina de las Naciones Unidas en Tegucigalpa y el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), entre otras instituciones, en coordinación con el proyecto Seguridad Justicia y Cohesión Social, Componente Prevención de la Violencia en Centros Educativos. Una portavoz de la ONU indicó que la marcha se celebra como parte de las actividades de la Semana Mundial de Acción contra la Violencia Armada, que arrancó el pasado lunes. El funcionario agregó que esta celebración, promovida en 14 países de América Latina, se orienta a sensibilizar a la población sobre las consecuencias de la proliferación de armamento, la necesidad de tener leyes más estrictas frente a las armas pequeñas y los efectos de la violencia. Además, durante la semana se han celebrado en varios departamentos del país talleres, concursos de pintura, dibujo, encuentros deportivos y otras jornadas informativas sobre la problemática de la violencia, sus efectos y las estrategias para combatir ese flagelo. Honduras vive una ola de violencia y delincuencia común que deja unos diez muertos diarios, según fuentes de la policía y medios locales de prensa. El flagelo es atribuido por diversos sectores, entre ellos la Iglesia católica, a la pobreza, el desempleo, la injusticia, la corrupción y la exclusión social, entre otras causas.