Una niña de Texas asesinada cerca de Ciudad Juárez

El sábado por la noche, cuando Priscilla Ibarra Alfaro, de 11 años, salió de la casa de su madre, ubicada al este de Ciudad Juárez, México, nadie consideró que pudiera ocurrir algo malo por ir a un puesto de hamburguesas cercano. "Ellos no pensaron que era peligroso ir a comprar una hamburguesa", dijo el miércoles María del Carmen Alfaro, tía de Priscilla. Pero las autoridades mexicanas señalaron que la niña de San Elizario, una población agrícola pequeña al este de El Paso, fue muerta a tiros junto con un adulto amigo de la familia cuando estaban parados frente al quiosco de comida rápida. Su primo Víctor Manuel Chuca Nevárez, de 14 años, fue encontrado muerto en la cercanía dentro de una camioneta pickup que se cree utilizaron los tres para ir al puesto. A unas cuadras de distancia la policía encontró el cadáver de otro hombre sobre la calle. Las autoridades mexicanas dijeron que se encontraron 70 casquillos de bala alrededor del sitio; no se han registrado arrestos. La tía de la pequeña agregó el miércoles que las autoridades mexicanas no han dicho a la familia quién pudo haber realizado el ataque, pero ésta cree que el hombre que estaba con Priscilla y Manuel, Arturo Amaya Rodríguez, y el otro asesinado esa noche eran los objetivos de la agresión fatal. "Nadie ha explicado nada", señaló María del Carmen Alfaro, mientras tres de sus hijos y el hermano de cinco años de Priscilla jugaban en la sala de la familia. Alfaro y su esposo se hicieron responsables de sus sobrinos luego que la madre de éstos fue deportada en el 2007. Comentó que Priscilla nunca tenía miedo para visitar a su madre y a otra hermana que vivía Barreales, cruzando el río Bravo, frente a Fabens, Texas. "Ella sólo quería visitar a su mamá", dijo Alfaro mientras separaba fotografías de Priscilla, tomadas durante un concierto de banda reciente en la escuela. Los viajes, agregó la tía, se habían convertido en una rutina desde que la madre de la pequeña fue deportada a México hace dos años.