Valencia: Un bebé con cáncer de hígado salva la vida al recibir parte del hígado de su madre
Una niña de 8 meses que tenía un cáncer de hígado, y cuya única solución era un trasplante, ha salvado la vida al recibir una cuarta parte del hígado de su madre, de 43 años, en lo que supone el primer trasplante hepático de donante vivo que se realiza en la Comunitat Valenciana. Los pormenores de esta intervención, que se hizo el pasado 3 de junio en el Hospital La Fe de Valencia, han sido explicados hoy en rueda de prensa por el jefe de la Unidad de Cirugía y Trasplante Hepático de este centro, José Mir, acompañado de los padres de la niña, Juan Ripoll y María José Jordá, y el coordinador de Trasplantes del hospital, Juan Galán. La madre, médico de profesión, ya ha sido dada de alta, está en "perfecto estado, y la pequeña Eva evoluciona favorablemente del trasplante, ya que al ser de un familiar el tratamiento inmunosupresor es mínimo, y dentro de una semana podría volver con sus padres a Alicante, donde residen. María José Jordá ha mostrado su satisfacción por haber dado dos veces la vida a su hija. "Soy su madre y me siento bien por haberle podido dar este trozo de hígado", ha asegurado. También ha dado las gracias al equipo de profesionales que han hecho posible esta operación "por apretar agendas y hacer las pruebas diagnósticas en un corto tiempo". La niña, que sufría un cáncer de hígado y estaba en lista de espera porque precisaba un trasplante para poder vivir, recibió tratamiento de quimioterapia e incluso se pensó en la extirpación del tumor. "No fue posible -la extirpación- y entonces nos plantearon la posibilidad de un trasplante de donante vivo", ha explicado Juan Ripoll, padre de la niña. Tras realizarse ambos padres estudios para certificar la salud del donante y la funcionalidad en el receptor, se determinó que el padre no era compatible con la niña aunque sí la madre, que no dudó en que se hiciera la intervención, la primera de estas características que se ha hecho en la Comunitat Valenciana. La madre fue advertida de que la operación tenía un "riesgo mínimo", ya que puede incluso causar la muerte en un 0,20 por ciento de los casos, pero según ha señalado María José Jordá "había un serio riesgo de metástasis y si el cáncer se extendía ya no habría posibilidad de trasplante". La intervención, que duró diez horas y en la que participaron dieciocho personas, requirió de una completa coordinación entre el equipo que se encargada de la resección de una cuarta parte del hígado de la madre y el que iba a realizar el trasplante del órgano en la pequeña Eva, ya que estas intervenciones se efectuaron en diferentes edificios del complejo hospitalario de La Fe. José Mir ha destacado la complejidad que tiene este tipo de trasplante debido al pequeño tamaño de las estructuras vascular y biliar de la niña, que hizo necesario el uso de instrumental específico. Según Mir, la donante podrá regenerar su hígado, dadas las características de este órgano que posibilitan su desarrollo, y el injerto en la receptora le permitirá sanar el suyo y mejorar su calidad de vida.
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