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CAUSA ABIERTA

El ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, un presidente controvertido

El ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, un presidente controvertido

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, cuya reelección parecía asegurada este sábado antes de conocerse los resultados definitivos, genera temor en Occidente por su política nuclear y sus controvertidas declaraciones, y polémicas en Irán por sus medidas populistas. Este ultraconservador, que se presenta como defensor de los pobres y devoto del islam, ha provocado la indignación de las grandes potencias por su retórica agresiva. Poco después de su inesperada victoria en 2005, ganó notoriedad mundial al afirmar que Israel está condenado a "desparecer del mapa" y que el Holocausto nazi es un "gran engaño". Ahmadinejad comparó además el programa nuclear iraní a "un tren sin frenos y sin marcha atrás" y se niega a suspenderlo, pese a las presiones internacionales. En Irán fue criticado por muchos economistas por su política de distribución masiva de petrodólares, que condujo a una fuerte inflación (23,6%), sin conseguir reducir el desempleo y la pobreza. Ahmadinejad, de 52 años, está casado, y tiene dos hijos y una hija. Este hijo de herrero nació en el pueblo de Aradan, a 90 km al sureste de Teherán, pero creció en Teherán, donde obtuvo un doctorado en gestión de transporte urbano. En la revolución de 1979 -que derrocó al Sha de Irán y llevó al poder al ayatola Jomeini- Ahmadinejad se incorporó a los estudiantes islamistas de Teherán y luego a las filas de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen. Más tarde obtuvo su primer puesto político al convertirse en gobernador de la provincia de Ardebil (noroeste). En 2003 llegó a la alcaldía de Teherán, un cargo que utilizó como trampolín para obtener la presidencia en junio de 2005. En recientes debates televisivos, pulió su imagen de hombre de pueblo, al afirmar que vivía sólo de su salario de profesor. Su populismo sigue gustando, en especial en los medios populares urbanos y rurales. Sus rivales lo califican de "imprevisible" a causa de su retórica agresiva, pero sus partidarios lo ven como un hombre "que ayuda a los pobres". "Si hay dos personas en dificultades, Ahmadinejad ayudará antes al que esté peor", afirmó Mehdi Mahmudi, un joven habitante de Islamshahr, un suburbio de Teherán. Estos últimos días fue muy criticado por sus adversarios por haber puesto en duda, durante un debate televisivo, los diplomas de Zahra Rahnavard, la mujer de su principal rival, Mir Hosein Musavi. "Fue un golpe bajo", estimó Nasim, un joven elector. Rahnavard amenazó por su parte con iniciar una demanda judicial. Ahmadinejad instauró un nuevo estilo de gobierno al reunir a su consejo de ministros cada dos o tres semanas en ciudades de provincia, para "comprender mejor los problemas del pueblo". En cuatro años recibió 20 millones de cartas con pedidos de ayuda y creó un servicio para responderlas una por una y apuntalar así el apoyo de su electorado popular. Ahmadinejad es la segunda persona más poderosa de Irán después del guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Si es reelegido, Ahmadinejad -que cuenta con el apoyo implícito del ayatola Ali Jamenei- estará en primera línea para responder a la propuesta de diálogo del nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, quien decidió "tender la mano" a Irán. El mandatario iraní no rechazó la oferta, pero pidió ante todo un cambio "en la práctica" de la política estadounidense. Al mismo tiempo, continuó con su retórica agresiva afirmando que el Holocausto era "un gran engaño".

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