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CAUSA ABIERTA

Alta participación en el inicio de las elecciones presidenciales de Irán

Alta participación en el inicio de las elecciones presidenciales de Irán

Los iraníes empezaron a votar masivamente en las elecciones presidenciales de este viernes, cuyos candidatos favoritos son el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, que aspira a la reelección, y el ex primer ministro Mir Hosein Musavi, un conservador moderado. "Hay muchos electores desde el incicio de la votación, los informes procedente de las provincias nos muestran lo mismo", dijo a la AFP Kamran Daneshju, jefe de la comisión electoral del Ministerio del Interior. Los colegios electorales abrieron a las 8 de la mañana locales y su cierre, previsto a las 18h, podría aplazarse hasta la medianoche si hay mucha afluencia. La tasa de participación de los 46 millones de electores invitados a votar es considerado un factor clave para permitir que haya una segunda vuelta, o incluso que Musavi, un conservador moderado, gane en la primera vuelta y se convierta en la segunda persona más poderosa del país después del guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei. En la segunda vuelta de la elección presidencial de 2005, cuando Ahmadinejad, casi un desconocido en aquel momento, venció al ex presidente Akbar Hachemi Rafsandjani para sorpresa de todos, la participación alcanzó el 60%. Otros dos candidatos, el reformador Mehdi Karubi y el conservador Mohsen Rezai, también están en liza. Ahmadinejad, de 52 años, cuenta con el voto de las clases más pobres para obtener un nuevo mandato de cuatro años, mientras que Musavi, de 67 años, apoyado por los reformadores, espera beneficiarse de un rechazo de la política del presidente saliente. Los resultados oficiales serán publicados en las 24 horas posteriores al cierre de la votación, según Daneshju. Si nadie obtiene el 50% más un voto, una segunda vuelta será organizada el 19 de junio. Un periodista de la AFP constató la presencia de largas filas de espera ante al menos cinco colegios electorales del centro de Teherán. El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, votó justo después del inicio de los comicios. Dijo que deseaba que "la población se quedara tranquila e impidiera que hubiera tensiones en los colegios electorales". La campaña electoral de tres semanas, que terminó el jueves, fue marcada por un clima acerbo entre los candidatos, pero también por una atmósfera de fiestas callejeras, a un nivel inédito en la República Islámica. El presidente Ahmadineyad acudió a votar temprano en un barrio del sureste de la capital. El presidente, que se presenta como "un servidor del pueblo", pasó 40 minutos en una fila de espera antes de colocar su papeleta en la urna, según la agencia oficial Irna. Luego, afirmó que "la decisión clara, firme y revolucionaria del pueblo le ofrecerá un futuro brillante y progresista". Musavi, que también votó en Teherán, interpretó como "un buen augurio" la fuerte participación. Pero instó "a los responsables a vigilar las urnas electorales" y señaló que recibió informaciones de que algunos de sus "representantes no fueron autorizados a actuar como observadores" en algunos colegios electorales. La campaña reflejó las divisiones profundas sobre el futuro de Irán después de los cuatro años en el poder de Ahmadineyad. Sus adversarios criticaron su retórica violenta durante la crisis nuclear y contra Israel, que contribuyó a aislar el país. El presidente saliente retomó la bandera de la justicia social y de la defensa de los más pobres, que ya había usado en 2005. Endureció su discurso con ataques personales contra Musavi, al que acusa de ser apoyado por los "aprovechadores" del régimen. Musavi, por su lado, que regresó con fuerza a la política iraní tras 20 años de ausencia, denunció las "mentiras" del presidente sobre su balance económico y su política populista.

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