Brasil se aprovechó del mal momento de Paraguay y es el único líder
En Recife, arrancó abajo por un gol en contra de Elano. Pero reaccionó y, con goles de Robinho y Nilmar, se impuso por 2-1. Así, con 27 puntos, quedó en lo más alto de las Eliminatorias, muy cerca de la clasificación a Sudáfrica 2010. La jerarquía, su convicción y la paciencia de este Brasil pudo con la apuesta de Paraguay. El equipo que dirige Dunga supo cómo y con qué dar vuelta un partido clave de cara a la clasificación, un pasaje que puede conseguir nada menos que en Buenos Aires, cuando en la próxima fecha de Eliminatorias se enfrente a la Argentina. Si consigue un triunfo y Ecuador pierde en Colombia, se irá con el boleto en el bolsillo. El tiro libre de Salvador Cabañas, que se desvió en Elano, terminó en el arco de Julio César. Con ese toque de fortuna, Paraguay encontró la ventaja que había buscado de contragolpe primero con Bonet -remató afuera- y luego con un derechazo de Martínez que el arquero mandó al córner. Eso, por momentos, hizo tambalear la idea que Brasil había llevado al campo de juego desde un comienzo. La presión sobre los receptores del conjunto de Gerardo Martino, la recuperación del balón cerca del área rival, el juego por las bandas con Daniel Alves y Kleber y las ráfagas de Kaká más el protagonismo de Robinho en el ataque. Todo eso, sin embargo, volvió a escena tras el enorme pase de Alves para que Robinho defina de zurda, de primera, en el área chica. La igualdad, claro, acomodó el desarrollo con el resultado. Esa imagen de Brasil, que si bien no lució demasiado, tuvo su pico de luminosidad en el inicio de la parte final, cuando Kaká empezó a jugar, definitivamente, por los tantos millones que cotizan sus piernas. En una buena jugada donde la pelota circuló de derecha al centro, un pase de Felipe Melo terminó en el pecho de Nilmar, que intentó una asistencia de lujo y luego definió tras el rebote en Julio César Cáceres. Lo dio vuelta el equipo de Dunga, y desde esa ventaja insinuó un toqueteo. La diferencia pudo ser más amplia -Justo Villar se lo tapó a Robinho- , aunque Paraguay no renunció a su intención de buscar, tal vez herido por esa derrota en Asunción ante Chile que lo bajó de la punta en soledad. Si bien le costó entrarle con claridad, con empuje y amor propio lo llevó: Juan, que se tropezó con el balón, casi la mete en su arco. Benítez, en una contra, lo pudo empatar. Pero Kaká, Robinho, Alves o cualquiera que pasara cerca tenía una jugada en la manga para, al menos, hacer temblar el arco de Paraguay. Así, ganó Brasil. Así, se quedó con la punta. Así, busca terminar con su trámite.
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