Gran Bretaña: Gordon Brown se enfrenta a una revuelta tras su derrota europea
El primer ministro británico, Gordon Brown, se enfrentaba el lunes a un nuevo desafío a su liderazgo después de que el apoyo al gobernante Partido Laborista se desplomase a su mínimo en un siglo en las elecciones europeas. Agravando los problemas del laborismo, el ultraderechista Partido Nacional Británico (BNP, en sus siglas en inglés) ganó por primera vez dos escaños en el Parlamento Europeo. El BNP ganó los asientos en dos regiones del norte de Inglaterra a expensas del laborismo de Brown, que se ha visto perjudicado por un escándalo sobre los gastos de políticos británicos reembolsados por el Gobierno. Brown, que reorganizó su Gobierno después de la dimisión de seis de sus ministros la semana pasada, tenía previsto reunirse el lunes por la tarde con parlamentarios laboristas, algunos de los cuales pidieron su renuncia de cara a las generales del año que viene. La agitación política golpeó la semana pasada a los mercados financieros, provocando el retroceso de la libra esterlina. Los inversores están preocupados por el hecho de que Reino Unido se enfrenta su recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial, y su déficit presupuestario ya ha alcanzado un récord de 175.000 millones de libras esterlinas (unos 125.2700 millones de euros). Una salida de Brown precipitaría casi con certeza unas elecciones generales <http://es.noticias.yahoo.com/especiales/elecciones2008.html> anticipadas, en las que se prevé una victoria del opositor Partido Conservador de centroderecha después de 12 años fuera del poder. Los conservadores aún tienen que detallar sus planes para devolver el orden a las finanzas públicas. Una encuesta para la BBC indicó que el laborismo recibiría el 16 por ciento de los votos, justo por detrás del Partido por la Independencia del Reino Unido, que se opone a la Unión Europea <http://es.noticias.yahoo.com/especiales/noticias-union-europea.html>, y 11 puntos por debajo de los conservadores, también críticos con la UE. El porcentaje de votos laboristas se redujo cerca de 7 puntos respecto a las últimas elecciones europeas, realizadas en 2004. El resultado dio nuevos motivos a los críticos de Brown dentro del partido, después de una semana traumática en la que un ministro saliente, James Purnell, pidió a Brown que abandonara el cargo y le definió como un riesgo electoral. Brown es un ex ministro de Finanzas que no se ha enfrentado al electorado desde que sustituyó a Tony Blair <http://es.noticias.yahoo.com/ep0/20070813/tso-tony-blair-9b37dc8.html> al frente del Gobierno británico en 2007. "Si los parlamentarios laboristas y Gordon Brown no reciben el mensaje de estos resultados, estamos acabados", dijo John McDonnell, un parlamentario del ala izquierdista del laborismo, señalando que el partido no había recibido tan pocos votos desde las elecciones generales de 1910. "El mensaje es claro, necesitamos un cambio completo de dirección política", agregó McDonnell. Por su parte, el ex ministro laborista Charles Falconer pidió un cambio en la cúpula del partido para mejorar sus posibilidades en las generales. Se ha dicho que los parlamentarios laboristas rebeldes están reuniendo apoyo para presentar una carta que pediría la salida de Brown. Los críticos del primer ministro sostienen que al partido le falta una agenda política coherente y que Brown es indeciso y un comunicador pobre. Agregan que el primer ministro parece incapaz de proyectar su confianza sobre la actual situación económica a la política interna.
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