EEUU: al español que está en el corredor de la muerte lo puede salvar prueba de ADN

Un juez estadounidense reanudará mañana, lunes, los aspectos procesales relativos al caso del español Pablo Ibar, quien está en el corredor de la muerte en EEUU desde 2000 y confía en que nuevas pruebas de ADN demuestren su inocencia. El pasado 20 de abril, el juez encargado del caso en un tribunal de Fort Lauderdale (norte de Miami), Jeffrey Levenson, se mostró favorable a que se practiquen pruebas de ADN y huellas dactilares a un sospechoso de los crímenes por los que fue condenado a muerte Ibar. Levenson convocó la audiencia de mañana para analizar las pruebas solicitadas, pero por diferentes motivos todavía no se han hecho. Benjamín Waxman, abogado de Ibar, señaló a Efe que, por ello, la audiencia del lunes será probablemente "muy breve", ya que las pruebas dactilares del sospechoso tardarán todavía en realizarse entre 30 y 60 días, y "aún más tiempo" las de ADN. Ibar, sobrino del ex boxeador Jose Manuel Ibar "Urtain", fue condenado a muerte por los asesinatos en 1994 de Casimir Sucharsky, dueño de un local nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Rogers, que estaban en su casa de Miramar, un crimen que fue grabado por cámaras de seguridad. El caso dio un giro inesperado el pasado 19 de marzo, cuando la defensa presentó al juez una declaración jurada y sellada de un testigo que asegura que otra persona le confesó que era el autor de los asesinatos imputados a Ibar, de padre español y madre cubana. En la declaración, el testigo, bajo condición de anonimato, dijo a Waxman que Willie Ortiz, de 37 años y preso actualmente en Florida por otros crímenes, le confesó que él era el autor de los asesinatos por los que fue condenado el español. El testigo declaró que Ortiz le dijo que él era el sujeto que aparece en las imágenes del vídeo de seguridad de la casa donde se cometió el triple asesinato. Con esa información, los letrados de Ibar, de 36 años, presentaron en el 17 Circuito del Distrito Judicial del condado de Broward una alegación en la que piden que se ordene una "comparación del ADN, las huellas dactilares y el pelo de Ortiz con el ADN obtenido de una camisa azul (hallada en la casa), pelo y 33 huellas dactilares sin identificar". Tanya Ibar, esposa de Pablo, expresó a Efe su frustración ante la lentitud del Estado para practicar las pruebas dactilares y de ADN correspondientes a Ortiz. "No han dado razones (el Estado), sólo que están muy ocupados; aunque realizar esas pruebas no creo que tome más de un par de días", opinó Tanya, para quien esta demora se debe a que "ellos (el Estado) no quieren que sea otro" el que cargue con los asesinatos, sino su esposo. Durante las sesiones de la audiencia probatoria de marzo, Kayo Morgan, el primer abogado que defendió a Ibar, reconoció que cometió graves errores cuando defendió a su cliente. Morgan, abogado de oficio, admitió que su representación fue muy deficiente porque atravesaba un complicado período de su vida por los problemas de su esposa, que era drogadicta, así como por su mala salud. Además, un experto facial británico declaró que la imágenes del vídeo eran "granuladas y borrosas" y la calidad de la grabación pobre, por lo que no era posible concluir que el asesino e Ibar sean la misma persona. La petición de la defensa incluye una fotografía del rostro de Ortiz que muestra, a su juicio, mucha más "similitud" con éste que la que se encontró con Ibar en el juicio en el que se le condenó a muerte. Para los letrados de Ibar, las abundantes y nuevas pruebas presentadas ante el juez deberían comportar la anulación de la condena de su cliente.