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CAUSA ABIERTA

Los pingüinos homosexuales de Alemania dan lecciones de paternidad

Los pingüinos homosexuales de Alemania dan lecciones de paternidad

Una pareja de pingüinos homosexuales del zoológico alemán de Bremerhaven parece saber mucho acerca de cómo convertirse en padres ejemplares y lo están mostrando tras adoptar con éxito a un polluelo que había sido rechazado por sus padres biológicos antes de nacer. Como si de humanos se tratara, "Z" y "Vielpunkt" -nombres con los que fueron bautizados estos dos pingüinos de la especie Humboldt- no lo dudaron un segundo a la hora de empollar un huevo abandonado, según explicó a Efe el Doctor en Veterinaria Joachim Schöne del zoológico Am Meer Bremerhaven. Una vez que el pollito nació, sus papás adoptivos asumieron de buen grado todas las funciones propias de la paternidad. Desde alimentarle con la papilla de pescado que ellos mismos regurgitan, hasta limpiarle las plumas o proporcionarle el calor suficiente son sólo algunas de las actividades que llenan ahora su rutina diaria. Y así será hasta que el pequeño, que acaba de cumplir cuatro semanas, se haga adulto y pueda abandonar el nido. "Son muy buenos padres, cariñosos y concienzudos; la verdad es que se comportan de la misma forma que los heterosexuales, y hacen las mismas cosas que ellos, incluido construir el nido e incubar el huevo", apuntó Schöne. Este zoológico, situado en la localidad portuaria de Bremerhaven, a orillas del mar del Norte, es conocido por acoger a un buen número de pingüinos de Humboldt, una especie oriunda de las costas chilenas y peruanas, que se caracteriza por un plumaje de color negro en el dorso y blanco en el pecho y el vientre, y la piel de la cara rosada. Tienen tres pollitos y cuatro huevos, que están aún en proceso de incubación, así como otros 20 ejemplares de pingüino Humboldt en edad adulta. Entre ellos se dan todo tipo de combinaciones: seis de las parejas son heterosexuales, tres homosexuales y hasta hay dos pingüinos que prefieren la soltería. Según el experto, "Z" y "Vielpunkt" son pareja desde hace más de veinte años, aunque los responsables no se dieron cuenta de que se trataba de dos machos hasta hace relativamente poco tiempo. La historia empezó, cuando los cuidadores, sorprendidos porque algo en el apareamiento no funcionaba entre los pingüinos -que solían empollar piedras-, decidieron practicar pruebas de ADN con sus plumajes con el fin de determinar su sexo. "No es necesario realizar pruebas científicas que confirmen su homosexualidad, pues es algo sano y totalmente natural", insistió Schöne. De hecho, en el caso de los pingüinos la homosexualidad suele ser frecuente, según han contrastado expertos de varios zoológicos alemanes y de toda Europa. Aunque resulta difícil aportar cifras concretas, por ejemplo en los pingüinos Rey, naturales del hemisferio Sur y los segundos más grandes, el porcentaje podría ascender al 10 por ciento, añadió. Es más, en el mundo animal, la homosexualidad está descrita en más de 1.500 especies, e incluso en 500 de ellas está probada, tal y como se puso de manifiesto en una exposición organizada por el Museo de Ciencias Naturales de Oslo en 2006. Tanto Schöne como el resto de sus compañeros del zoo se muestran entusiasmados con la experiencia y muy satisfechos con la idea de poder informar a los nuevos visitantes, sean niños o adultos, sobre la conducta de sus pingüinos, quienes entre tanto cumplen a la perfección con el decálogo del padre modelo. "Los zoológicos se mantienen gracias a ese público que desea saber más sobre los animales y nuestra labor es sensibilizar a los visitantes sobre la necesidad de proteger la naturaleza del planeta", señaló el veterinario. En la actualidad, el pingüino de Humboldt se encuentra en peligro de extinción dentro de su ecosistema, ya que se ve afectado por las fluctuaciones que causan los fenómenos meteorológicos El Niño y La Niña, que alteran la temperatura del agua a lo largo de las corrientes de Humboldt, donde habitan estos animales. (Patricia Baelo)

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