China mantiene enérgicamente su opinión sobre Tiananmen
China mantiene firmemente su posición sobre la protesta de Tiananmen y sus repercusiones, afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores este jueves, cuando se cumplen 20 años de la sangrienta represión militar de las manifestaciones en favor de la democracia. "Sobre el incidente político que tuvo lugar a fines de los años 80, el partido y el gobierno ya han presentado sus conclusiones", declaró el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, a la prensa. Cientos, quizá miles, de manifestantes, estudiantes y ciudadanos, murieron en la noche del 3 al 4 de junio de 1989, después de que los tanques del ejército chino invadieran las calles de Pekín. Pekín calificó entonces el movimiento de protesta prodemocrático de "rebelión contrarrevolucionaria". China también manifestó este jueves su "profundo descontento" por la petición de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, de que Pekín publique la lista de las personas muertas, desaparecidas o detenidas tras la represión de las manifestaciones de 1989. "Estados Unidos hace infundadas acusaciones contra el gobierno chino. Expresamos nuestro profundo descontento", dijo Qin Gang. En un comunicado, Clinton pidió el miércoles al régimen chino que proporcionara el balance de la represión y consideró que "debería analizar abiertamente las páginas oscuras de su pasado". Por su parte, el Dalai Lama, líder de los budistas tibetanos, rindió este jueves homenaje a las víctimas de la represión china en la plaza Tiananmen, hace 20 años, y exhortó al regimen de Pekín a democratizarse. "Honro con respeto a quienes murieron expresando la exigencia popular para que el gobierno sea más responsable ante el pueblo", declaró el Dalai Lama en un comunicado en Dharamsala, norte de la India, donde vive exiliado desde 1959. Para el Dalai Lama, a quien China considera un peligroso separatista, este vigésimo aniversario debería ser una "oportunidad" para que el poder chino revisara su posición frente a lo que Pekín califica de "contrarrevolucionario". Los estudiantes no eran "anticomunistas ni antisocialistas", escribió el líder del budismo tibetano. "Espero que los dirigentes chinos tengan la valentía y la altura de perspectiva de adherirse a principios realmente más igualitarios y de proseguir una política más tolerante hacia las opiniones diferentes", afirmó el dignatario religioso.
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