Obama, agasajado como un rey en Riad
El presidente de EEUU, Barack Obama , en su primera visita a Riad, de apenas 16 horas, ha recibido los máximos honores. El monarca saudí, Abdalá bin Abdulaziz, acudió a recibirle personalmente al aeropuerto Rey Jalid, donde le ofreció una calurosa ceremonia de bienvenida. No sólo, como es habitual en estos eventos, se interpretaron ambos himnos nacionales, se saludaron las delegaciones y Obama pasó revista a una guardia de honor. Además, el soberano saudí le saludó con los tradicionales dos besos de su país y le acompañó personalmente al pabellón real para compartir un café aromatizado con cardamomo, una de las bebidas más típicas en el mundo árabe, mientras intercambiaban cortesías bajo la mirada de una fila de retratos de los miembros de la casa de Al Saud, la dinastía reinante. A continuación, ambos mandatarios se desplazaron a la hacienda real, un dominio donde el soberano guarda su escudería de aves de caza y más de 240 corceles árabes. Los dos jefes de Estado comenzaron una reunión acompañados de sus respectivos asesores. A su término, comparecieron ante la prensa para un breve acto en una estancia de columnas de mármol y espejos labrados en el que el monarca saudí entregó al presidente estadounidense un grueso medallón, el Toisón del Rey Abdulaziz, considerado el mayor honor que se otorga en el reino y se concede casi exclusivamente a jefes de Estado. "Sólo se entregan a los amigos más selectos del rey y desde luego usted es uno de ellos", afirmó el soberano. Por su parte, Obama contestó que "considero la amistad del rey una gran bendición y le agradezco mucho que me confiera este honor durante esta visita". El presidente no pudo evitar su sorpresa al ver el gran tamaño del toisón, y exclamó "cielo santo, esto es algo considerable", antes de inclinar la cabeza para que el soberano pudiera colocarle el medallón. Obama no lo tuvo puesto mucho rato. Al cabo de pocos minutos se lo quitó "para que esté seguro", comentó. (Mundo)
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