Roland Garros: el argentino Del Potro pasó a semifinales y va por Federer
El sueño argentino en Roland Garros sigue más vivo que nunca. Una nueva lección de tenis de Juan Martín del Potro ante Tommy Robredo, un rival de los que siempre complica. Fue triunfo por 6-3, 6-4 y 6-2 para meterse por primera vez en las semifinales de un Grand Slam. ¿Su próximo rival? Roger Federer, que barrió de la cancha a Gael Monfils. Un duelo para no perderse y que puede volver a poner a uno de la Legión en la final del polvo de ladrillo parisino.
Era la tercera vez que buscaba llegar a esa instancia en un torneo de los denominados grandes, ya que perdió en el US Open 2008 y en Australia 2009. Su misión comenzó con el pie derecho. En el game inicial su saque lo ayudó y dominó a su gusto. Fue 40-15 y un rápido 1-0 para decir "presente". Aunque el español no quería ser menos y se llevó su servicio por el mismo marcador y moviéndolo de lado a lado como se lo propuso en la previa, en un poco poblado estadio Suzanne Lenglen, ya que la mayor atención estaba al mismo tiempo en el choque Roger Federer y el local Gael Monfils en la Philippe Chatrier. El saque y la velocidad en el juego ante Robredo, eran las dos claves para que Del Potro pueda cumplir ese sueño y llegar a las semis. En el inicio la teoría era llevada a la práctica casi de manera perfecta. Solo dos puntos perdió en los primeros dos games jugados con su servicio. La presión se la tenía que trasladar a su rival, aunque no era sencillo porque el campeón de este año en Buenos Aires y Costa Do Sauipe también llevaba a cabo su plan de juego. Cuando estaban 2-2 y con el saque de la Torre de Tandil, el primer "susto" porque estaba 0-30. Pero como a lo largo de todo el torneo, el saque aparecía en el momento justo. Dos ganadores y un ace para salir de una situación difícil y mantener el saque. La confianza de Del Potro subió y se lo hizo sentir. En apenas un minuto quedó con tres oportunidades para quiebre. Y no falló. Robredo la mandó a la red y el argentino se ponía 4-2 arriba, con el primer set encaminado. La meta pasaba a ser confirmar el quiebre y dejar contra las cuerdas al 17° del mundo. Dicho y hecho. Con su saque como mejor aliado (lo cerró con un ace y ganó el 92% de puntos con su primer servicio) y la concentración de buena consejera, Del Potro se llevó en 34 minutos el set por 6-3. Lejos de dejar ir el partido, Robredo fue en busca de la remontada. Logró el 1-0 sin inconvenientes y se puso 0-40 con el saque de Del Potro. Ahí, el tandilense tuvo que luchar para salir del asedio. Levantó, nada más y nada menos, que seis break points para igualar 1-1. A veces con la ayuda de su saque (hizo 3 aces) y otras por errores de su contrincante, que dejó escapar una oportunidad increíble para pasar al frente. En el 2-2, el 5° del mundo puso el pie en el acelerador. Desperdició dos oportunidades de quiebre, pero la tercera fue la vencida. Luego de un peloteo largo, Robredo le pegó muy mal de revés y se fue afuera. De nuevo Del Potro encaminaba el set de manera veloz y ya la semifinal la sentía mucho más cerca. De ahí en más fue palo y palo. Cada punto se jugaba como el último. Robredo conseguía moverlo. Sin embargo, lo que volvía del otro lado de la red era un palazo, sin importar el lugar de la cancha desde donde le pegaba. Lo fue llevando controlado hasta que consiguió pasar al frente por 6-4 y ponerse dos sets arriba. El tercero fue un calco del segundo. En el 2-2, Del Potro otra vez salió con todo y decidido a cerrar rápido la historia. Y consiguió romperle el servicio por tercera vez en el partido. Con un Juan Martín lleno de confianza y en un nivel excelente poco podía hacer Robredo, que cada game que pasaba la tenía el panorama más complicado y meterse entre los cuatro mejores ya parecía una utopía. Volvió a quebrar y quedó 5-2 y su saque. Hasta 40-0 estuvo, pero en su peor momento Robredo se soltó y estiró un poco la agonía. Salvó cuatro match points el español y el quinto, con un derechazo tremendo liquidó el partido. Una victoria perfecta para Del Potro por 6-3, 6-4 y 6-2 para seguir soñando. Ahora no la tiene nada fácil: su rival será Roger Federer, verdugo de Gael Monfils. Al suizo nunca le pudo ganar en cinco enfrentamientos y tampoco pudo sacarle un set. Pero el nivel del tandilense da para ilusionarse. Ya pasó a una semi por primera vez en un Grand Slam. Va poco a poco escribiendo su historia y por el momento parece no tener techo. (Clarín)
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