Cardiólogos argentinos curan la arritmia cardíaca con una nueva técnica
El Cardiólogo José Luis Ameriso junto con otros médicos argentinos han realizado con éxito una intervención mini invasiva para curar la fibrilación auricular paroxística, la arritmia cardíaca más común. La fibrilación auricular paroxística afecta seriamente la calidad de vida. Aproximadamente el 1% al 2% de la población general y el 6% de los mayores de 60 años padecen de la misma. Ahora, una novedosa técnica mini invasiva permite curarla en el 80-90% de los casos. Hay que aclarar que ya se habían realizado 20 cirugías de este tipo en Buenos Aires (Argentina) pero por un grupo de médicos estadounidenses. Hace 15 días fue operada la primera persona del interior del país por un equipo integrado por médicos argentinos, entre ellos, el cirujano cardiovascular Rosarino, José Luis Ameriso. El paciente, de 51 años, que había dejado de trabajar por su problema de salud, ha retomado sus actividades. El síntoma más común de la arritmia por fibrilación auricular paroxística es la presencia de palpitaciones que aparecen y desaparecen. También puede presentar ritmo acelerado del corazón, dolor en el pecho, disnea (falta de aire), hipotensión arterial, y en muchos casos requiere internamientos frecuentes para revertir los síntomas. Hay personas que padecen varios episodios diarios de esta arritmia, otras que los sufren 4 o 5 veces al mes y personas que sufren un par de episodios al año. "En todos los casos la sensación de malestar es muy grande; además, como no se sabe cuándo se repetirá, los pacientes viven con mucha angustia", describe Ameriso. Las opciones para tratar y controlar la arritmia son tres: farmacológica (con medicación específica que tiene efectos colaterales y requiere controles permanentes); el tratamiento endovascular por catéter o ablación por cateterismo, y la opción quirúrgica, que es la que usaron el Dr. Ameriso, el doctor Fernando Mastrogiácomo y un equipo de arritmólogos. La técnica, explica Ameriso, consiste en desactivar el foco que origina la arritmia. "Se hacen dos mini-incisiones y trabajamos por videotoracoscopía, monitoreando todo el tiempo; no se necesita detener el corazón, ni utilizar circulación extracorpórea; se realiza con anestesia general y dura aproximadamente 3 horas", resume Ameriso. El médico detalla: "Se sabe que en la fibrilación auricular el lugar anatómico donde se origina el problema está, en el 90% de los casos, en el área donde las cuatro venas pulmonares desembocan en la aurícula izquierda. El foco está ahí. Con esta tecnología que utilizamos, tenemos la ventaja de tener una visión directa de las venas pulmonares y cortar con un clamp diseñado especialmente el circuito eléctrico; podemos ablacionar ese foco de la arritmia con muchísima certeza y seguridad; de allí el porcentaje de éxito con este sistema, que se denomina "Atricure", puntualiza. Una vez realizada la intervención, el paciente sale despierto de la sala, permanece entre 48 y 72 horas en observación y luego vuelve a su hogar. "Si está entre el 80 al 90 % de los casos donde se logra la cura, la resolución del problema es inmediata; de todos modos, el paciente deberá continuar con la medicación antiarrítmica de 3 a 6 meses después de la cirugía y con controles médicos estrictos", destaca. ¿Quiénes pueden recurrir a esta técnica? Ameriso dice que si bien las fronteras de las indicaciones se van a ampliar, en este momento "la aplicamos en personas jóvenes o de mediana edad, que tengan corazones sanos estructuralmente (que no se han dilatado con el tiempo), que no tengan enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca asociada", explica. "Apuntamos a pacientes con una larga expectativa de vida, que ven afectadas sus tareas cotidianas, y que no responden a la medicación", agrega. El cirujano reconoce que cada vez se ven más pacientes con arritmia asociada a estrés e hipertensión, y también en gente joven. (Informe de Carlos Gutiérrez)
0 comentarios