Más denuncias contra el "Monstruo de Mendoza", el Josef Fritzl de Argentina

El 'Monstruo de Mendoza', un argentino de 67 años, violaba a tres de sus hijas y concibió siete hijos-nietos con una de ellas, mientras por medio de amenazas mantenía un pacto de silencio, dijo este martes una de las víctimas, en otra revelación de este caso de abuso sexual e incesto. Una de las hijas de Armando Lucero, detenido en una cárcel de máxima seguridad 1.000 kilómetros al oeste de Buenos Aires, confesó este martes a la prensa haber sido violada cuando tenía ocho años. "Me violó cuando tenía 8 años y se cansó de manosearme durante mucho tiempo. Para ocultarlo, me ofreció plata que no acepté. Todo era muy confuso", dijo la mujer, de 40 años, a la prensa de Mendoza, capital de la provincia homónima (oeste). La primera denuncia de violaciones y vínculos incestuosos había sido realizada el sábado por otra de las hijas del acusado, una mujer de 35 años con quien tuvo siete hijos-nietos. El caso tiene algunos rasgos en común con el del austríaco Josef Fritzl, 'El monstruo de Amstetten', de 73 años, sentenciado en marzo a cárcel de por vida por el asesinato de uno de los siete hijos-nietos que tuvo con su hija, a la que mantuvo cautiva 24 años en un sótano. Lucero se negó a declarar el lunes ante el juez, pero al salir del despacho judicial le dijo a los periodistas: "Que me perdonen... no quiero vivir más". Las identidades de las hijas de 35 y 40 años del acusado están todavía bajo protección del secreto del sumario, según el fiscal, Marcelo Gutiérrez. Lucero vivía con su hija de 35 años, los siete hijos-nietos que tuvo con ella con edades entre dos y 19 años, la esposa del acusado -de cuyo matrimonio nacieron siete hijos- y la suegra de 84 años. "Violaba a mis hermanas. Toda su forma de actuar era perversa", dijo la nueva denunciante, una mujer casada y con un hijo de esa relación de pareja. La hija de 40 años reveló que el 'Monstruo de Mendoza' llamaba a las tres niñas de la familia "para que les mostraran los cuadernos de la escuela, pero cuando él estaba en el baño", en una modesta vivienda de adobe del barrio Sección Cuarta de Mendoza. "Para colmo, cuando me quedé embarazada de mi marido me dijo '¿No te da vergüenza quedarte embarazada con 16 años?' Yo no lo podía creer", dijo la denunciante. La versión de la hija de 40 años señala que Lucero amenazaba a su familia con un arma para que guardara silencio. La denuncia de esta hija agravará la situación procesal de Lucero, sin ocupación conocida y con una vida al parecer normal en un barrio de clase media de la capital mendocina. El imputado está detenido bajo el cargo de "abuso sexual agravado por el vínculo, con acceso carnal, de manera reiterada", según la fiscalía, que estimó que podría recibir una pena de 50 años de cárcel. El vecindario sólo se extrañaba por la presencia de tantos niños en la casa, pero consideraba a Lucero una persona atenta y servicial, aunque reservada. Lucero tiene además ocho vástagos de un primer matrimonio, en una relación en la que también se investigan denuncias de abuso de tres de las hijas, según la fiscalía. La senadora del Parlamento provincial de Mendoza, Alejandra Namam, dijo este martes a la televisión que echar luz sobre el caso "será aleccionador para que otras mujeres abusadas presenten denuncias". La Corte Suprema provincial buscaba pistas sobre Lucero desde hace siete años, por sospechas y denuncias anónimas, dijo una fuente del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario del tribunal. Pero el caso sólo pudo empezar a esclarecerse con la primera denuncia de la mujer de 35 años, según la fuente.