Un Papa frío: en Israel hay decepción y polémica por su discurso sobre el Holocausto
El discurso sobre el Holocausto nazi pronunciado el lunes por el papa Benedicto XVI en Jerusalén generó decepción y creó polémica este martes en Israel, donde se le reprochaba la "frialdad" y la "abstracción" de sus palabras. "Omitió mencionar que los alemanes o los nazis participaron en la matanza, y no tuvo una sola palabra para pedir perdón o por lo menos expresar remordimiento o compasión por las víctimas", lamentó el rabino Meir Lau, presidente del Memorial del Holocausto de Jerusalén. El rabino Lau, superviviente de los campos de exterminio, también señaló que el Papa habló de judíos "muertos", en lugar de "asesinados", y no especificó su número. "Durante el Holocausto, seis millones de santos fueron asesinados", recalcó también el ministro israelí de Interior, Elie Yishai. Sin embargo, nada más bajar del avión que lo llevó a Israel, Benedicto XVI condenó firmemente el antisemitismo y el negacionismo, calificándolos de "repugnantes". "Que los nombres de esas víctimas no mueran. Que sus sufrimientos nunca sean negados, olvidados o despreciados. Que toda persona de buena voluntad vigile para erradicar del corazón de los simples hombres todo aquello que pueda conducir a tragedias similares", dijo el Papa después frente al Memorial del Holacausto. Entrevistado el martes por la radio pública israelí, Avner Shalev, director del Memorial, habló del "fracaso" de un discurso "importante pero frío y abstracto". Por su parte, el presidente del Parlamento, Reuven Rivlin, que también hablaba en la radio, afirmó: "no fui al Memorial para oír una descripción histórica del Papa sobre los hechos comprobados del Holocausto, sino con la esperanza de que pediría perdón por nuestra tragedia, debida principalmente a los alemanes y a la Iglesia. Desgraciadamente, no hubo nada de eso". Rivlin no estuvo presente en las otras ceremonia oficiales de Benedicto XVI en Israel, reconociendo su "malestar" en presencia de un ex miembro de las juventudes hitlerianas y del Ejército alemán del que desertó en 1944. "Todo lo que esperábamos de usted era una pequeña frase fuerte y emotiva, pero no la dijo", escribió el diario Yediot Aharonot en un editorial dirigido al sumo pontífice. Antes de viajar a Israel, Benedicto XVI había alimentado la polémica multiplicando las torpezas políticas o teológicas. El Papa provocó indignación al levantar la excomunión al obispo negacionista británico Richard Williamson y al reanudar el proceso de beatificación del papa Pío XII, a los que los judíos reprochan su silencio frente al genocidio nazi. "Haga lo que haga, el Papa siempre será criticado (...) los que lo atacan aquí no entienden nada sobre la Iglesia y los cambios ocurridos en su seno", afirmó por el contrario a los periodistas el rabino David rosen, encargado del diálogo interreligioso en el gran rabinato de Israel. Gran conocedor del judaísmo, Benedicto XVI considera a los judíos como sus "hermanos mayores". En la época en que era cardenal, Joseph Ratzinger viajó a menudo a Israel para trabajar en la negociación del "Acuerdo Fundamental" firmado en 1993 sobre el establecimiento un año más tarde de lazos diplomáticos entre Israel y el Vaticano. "Estamos decepcionados, hoy como hace nuevo años durante la peregrinación de Juan Pablo II, porque siempre esperamos más. Pero hay que ser consciente de los enormes progresos realizados por la Iglesia en la última década en sus relaciones con el pueblo judío", subrayó David Safra, un experto israelí del Vaticano. (Univisión)
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