Las víctimas, que transportaban la recaudación de una heladería, fueron acribilladas por tres delincuentes. El ataque ocurrió cuando bajaron a tomar un café. Al mediodía apareció el auto en el que huyeron los ladrones. Según el diario Clarín, se detuvieron a tomar un café en un puesto de los bosques de Palermo. Fue lo último que hicieron: tres delincuentes que viajaban en un auto los sorprendieron y los asesinaron a balazos. El vocero de la Policía Federal informó que las víctimas son dos suboficiales retirados de la fuerza, quienes murieron como consecuencia de un "robo común". Cerca de las 8.35, la camioneta Peugeot Partner blanca en que viajaban dos suboficiales retirados de la Policía Federal identificados como Juan Carlos Rojo y Navarrete- se detuvo en la calle Adolfo Berro, entre Sarmiento y Carlos Casares. Los ex policías, que trabajaban como recaudadores de la cadena de heladerías Pérsico, pararon a tomar un café en un puesto callejero ubicado frente al Parque Japonés. En la camioneta dejaron la recaudación. En ese momento, tres hombres armados al parecer con ametralladoras- se bajaron de otro auto y se les acercaron. El comisario inspector Sebastián Seggio, vocero de la Policía Federal, explicó que los delincuentes sorprendieron a los suboficiales retirados y trataron de asaltarlos. "Les dijeron que era un asalto, los policías se identificaron y les dispararon", relató Seggio. Rojo y Navarrete fueron acribillados por los delincuentes y cayeron muertos en el lugar. Tras los disparos, los asaltantes escaparon. Aún no se confirmó si se llevaron la recaudación, aunque trascendió que faltaría algo del dinero. Por su parte, Paulino Baldeol (55), quien atendía el puesto de café, salió corriendo cuando comenzaron los disparos. Pero no pudo evitar recibir un balazo. Además, fue golpeado levemente por un taxi. Se encuentra en internado en el Hospital Fernández y su estado general es bueno. Después del mediodía apareció el auto que usaron los delincuentes, un Volkswagen Bora, atrás del Club de Amigos, a unas 4 cuadras del lugar del crimen. El caso resulta llamativo, ya que se produjo cuando los suboficiales bajaron a tomar un café con la recaudación de la empresa para la que trabajaban en la camioneta. De todas maneras, el portavoz de la Policía descartó que se tratara de otro tipo de hecho delictivo. "No hay ninguna otra cosa que no sea un robo común", remarcó.
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