Las clínicas médicas de Chile cobran lo que quieren
Profundas diferencias en los precios de lista que cada clínica cobra por un día-cama detectó un estudio realizado por la consultora especializada en salud Altura Management. Las fluctuaciones alcanzan casi el mil por ciento entre el centro más barato y el más caro. Las cifras comparan tanto las variaciones entre 2008 y 2009 en los precios de cada clínica como también las diferencias entre el universo de los 60 recintos de salud privados encuestados. De acuerdo a esto, la que aparece cobrando un mayor precio por el servicio analizado es la Clínica Las Condes, con $424.830. Por contraparte, la más barata es la clínica San Bernardo, que pide $44.000. En tanto, la que se aprecia con la mayor alza entre 2008 y 2009 es la clínica Tabancura, que pasó de $212.048 a $250.000. El análisis se hizo en base a la habitación single con baño privado más básica que tuviese cada recinto, de manera de hacerlas comparables, según la directora ejecutiva de Altura Management, Victoria Beaumont, quien explica que fue elegido porque "es un aspecto importante para los usuarios y es de fácil comparación, pues generalmente se cuenta con estándares en tamaño y en servicios de hotelería que facilitan el análisis entre prestadores". Sin embargo, los abultados contrastes entre los distintos recintos se explicarían por las diferencias en la hotelería y los servicios anexos, tanto clínicos como de comodidad para el usuario, por lo que el precio no es la única variable por considerar. En cuanto a las distancias entre los precios de los centros en la Región Metropolitana y en las distintas regiones, el estudio establece que la clínica más cara fuera de Santiago (la Alemana de Temuco) sólo alcanza el noveno puesto en el conteo a nivel nacional (ver en página C 10). Sobre las alzas entre 2008 y 2009, la consultora asegura que aquellas que apuntan a los sectores socioeconómicos más altos incurren en mayores alzas, lo que no pasa con las de los sectores medios y medios-bajos, que ante alzas están "más dispuestos a reemplazarlos por prestadores de mejores precios". El estudio de estas variables se hizo en base a los precios de lista de cada clínica, debido a que son los únicos comparables entre sí, aunque no consideran los convenios y bonificaciones que cada prestador negocia con las aseguradoras, tanto pública (Fonasa) como privadas (Isapres). Por lo mismo, no se trata de los precios finales a los consumidores, sino que de una referencia válida para hacer comparables precios a los que se les deben aplicar los planes de salud individuales de cada afiliado. Y como en el mercado existen alrededor de mil planes distintos, se hace imposible una comparación más certera. Además, existen los seguros complementarios de salud que ofrecen tanto empresas aseguradoras como las propias clínicas para quienes se atienden en sus instalaciones, que cubren un alto porcentaje de los copagos que quedan a costas de cada uno de los usuarios. Sin embargo, no existen cifras respecto de cuántos de los 1,4 millones de usuarios del sistema de salud privado poseen este tipo de seguro. El estudio fue un censo de los precios de pizarra vigentes de más de 100 clínicas de todo el país realizado en abril de 2009, fue procesado por análisis cuantitativos y comparados con los mismos precios declarados en abril de 2008. (El Mercurio)
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