En Montevideo se inauguró la primera "Fiesta del Boleto" en el mundo

La Intendencia Municipal de Montevideo, en acuerdo con las empresas de transporte, instrumentó un nuevo sistema para viajar en los ómnibus del transporte capitalino. Pero, en los primeros quince días de funcionamiento de los boletos de una y dos horas las empresas han sufrido fuertes pérdidas. El uso del pasaje de dos horas tiene una creciente demanda debido a sus múltiples opciones de combinaciones. En contrapartida, el nuevo sistema ha hecho que el boleto común, de 15 pesos, se venda menos que antes. En un principio estaba previsto que estos boletos funcionaran con la tarjeta magnética para controlar que sea la misma persona que suba a un segundo ómnibus, pero aún no se ha podido solucionar el problema de instalación en el software de esta nueva tecnología. Apenas se puso en funcionamiento el nuevo sistema, los uruguayos -fieles a sus malas constumbres- rebajaron el costo del transporte sin necesidad de plebiscito alguno. Así, resulta hasta jocoso ver en los cambios de turno de las fábricas, o grandes establecimientos comerciales, cómo decenas de personas que entran a cumplir su horario de 8 horas les entregan los boletos "usados" a los compañeros que se retiran. En muchos casos se intercambian unas monedas y los que se retiran vuelven a sus hogares pagándole al improvisado guarda 10 pesos, o menos, para subir de inmediato al ómnibus antes que el boleto se marchite. En otros casos, los pasajeros optan simplemente por regalar los boletos a personas que deben viajar y pueden hacer buen uso del "libre tránsito". Una de las empresas (Ucot) está perdiendo 75 mil pesos diarios (unos 5 mil pasajes menos) desde que comenzó a funcionar el boleto de dos horas. Entre todas las compañías ya se ha comprobado una pérdida del 10 por ciento y se asegura que se trepará al 15 y hasta el 20 por ciento al cabo del primer mes del nuevo sistema. Mientras el intendente de Montevideo y dueños de las empresas de transporte se devanan los sesos para arreglar el problema, los montevideanos se especializan cada día más en el "tráfico ilegal" y los pasajes van de mano en mano, sin que los guardas y choferes de enteren de nada. La gran "Fiesta del Boleto" está en pleno apogeo en Montevideo.