Benedicto XVI recibió a 28 obispos argentinos en Roma
Fue en el marco de la visita quinquenal en la que los religiosos le informan al Papa el estado de sus diócesis. Participaron, entre otros, los monseñores Villalba y Aguer. En un discurso con alto contenido pastoral, el Papa instó ayer a 28 obispos argentinos a "no inspirarse en esquemas que pretenden mejorar el mundo siguiendo una ideología", sino a llevar un mensaje de paz y reconciliación, dejándose guiar "por la fe que actúa por el amor". El momento más fuerte del encuentro de Benedicto XVI con la tercera y última tanda de los episcopales argentinos que vinieron a Roma en la quinquenal visita "ad limina" con el pontífice, se vivió durante el saludo previo del arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Héctor Villalba, quien pronunció algunos conceptos muy duros sobre la realidad de nuestro país.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina dijo en nombre de los obispos que "en nuestra sociedad ha aumentado la violencia y la inseguridad, con sus consecuencias criminales de todo tipo".
"Nos intranquiliza el aumento del consumo de la droga, que afecta la salud y termina con la vida, especialmente de los jóvenes", agregó.
"Si bien ha habido una disminución de los niveles de pobreza e indigencia sufridos durante la crisis de los años 2001-2002, no se ha logrado aún el grado de la inequidad social, ya que sigue siendo muy grande la desigualdad en la distribución de la riqueza".
El arzobispo Villalba destacó ante el Papa que "lamentablemente no se ha podido erradicar un histórico clima de corrupción. Tampoco el mal del clientelismo político".
Agregó que "es particularmente preocupante la situación de los jóvenes que no estudian ni trabajan. En los últimos años, en distintos documentos y declaraciones, la Conferencia Episcopal ha señalado que la raíz de la crisis económica, social y política es, fundamentalmente, una crisis moral".
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina afirmó que "por eso, frente a la crítica situación de nuestro país, elegimos la nueva Evangelización como la mejor contribución que la Iglesia puede ofrecer para superar".
En su discurso, el Papa llamó a los obispos argentinos a fomentar en las comunidades diocesanas "el ejercicio de la caridad, de modo especial con los más necesitados". Insistió después en "la importancia de la oración frente al activismo o a una visión secularizada del servicio caritativo de los cristianos".
A los sacerdotes, a los que reconoció abnegación y entrega a su ministerio, los invitó a que "se identifiquen cada vez más con el Señor, siendo verdaderos modelos de la grey por sus virtudes y buen ejemplo y apacentando con amor el rebaño de Dios".
Entre los episcopales que vinieron a informar al Vaticano sobre la marcha de sus diócesis y arquidiócesis figuran, además de monseñor Villalba, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Rubén Aguer y el de Rosario, José Lis Mollaghan.
Entre los obispos destaca el de San Isidro, monseñor Alcides Jorge Casaretto, Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero, y el obispo emérito de Morón, Justo Laguna. (Clarín)
0 comentarios