La muerte de 21 caballos de Polo en Florida "por exceso de falopa"
Es normal que les den a los caballos algo así para mejorar el rendimiento"; "Yo sabía que algo les daban, pero como a los caballos los veía tan bien en la cancha no dije nada"; "Se pasaron de falopa". Las tres frases (y algunas otras por el estilo) fueron escuchadas entre el domingo y ayer en los alrededores del International Polo Club de Wellington, en el corazón de la Florida estadounidense, que hace 72 horas se convirtió en el epicentro del gran misterio que rodea al mundo de este deporte. Esas palabras fueron pronunciadas por jugadores y petiseros y encierran algo mucho más serio que la muerte de 21 caballos de La Lechuza, una organización propiedad del venezolano Víctor Vargas. Catorce de esos animales eran del propio Vargas --el banquero más poderoso de su país, con contactos fluídos con el presidente Hugo Chávez-- y el resto pertenecía a Juan Martín Nero (10 de handicap y campeón de Palermo 2008 con Ellerstina), Guillermo Caset y Nicolás Espain.
Mientras la organización tomó la decisión de retirarse del Abierto de Estados Unidos para reencontrarse en Inglaterra donde desde el 19 de mayo jugará la temporada británica, muy cerca de La Lechuza se escuchó que "la sensación no es de abatimiento o de enojo sino que apenas aparenta haber una preocupación por probar que la culpa es solamente del laboratorio que entregó el complejo vitamínico en mal estado". Ese complejo se llama Biodyl, es de origen francés y no se comercializa en Estados Unidos. "Se trata de patear la pelota afuera", amplió esa fuente.
En el ojo de la tormenta quedó el veterinario Félix Crespo, que acompañó a La Lechuza en la temporada estadounidense y que de alguna manera asesoraba a James Belden, el profesional titular del equipo.
"Alguien les aplicó a los caballos una cantidad mayor de ese complejo que es, básicamente, un estimulante respiratorio", retumbó en Wellington y sus alrededores. El Biodyl tiene selenio y esta sustancia, mal administrada, puede convertirse en un veneno.
En tanto, las autoridades veterinarias de Florida y la Asociación de Estados Unidos de Polo iniciaron una investigación judicial. Hoy nadie arriesga donde terminará esta historia. (Clarín)
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