De cómo la amistad de un guatemalteco se agiganta en Nueva York con un mexicano moribundo
La última vez que el guatemalteco Antonio Chuc vio a su amigo mexicano Angel Gonzales fue cuando trabajaron juntos en una pescadería en Nueva York. Trece años más tarde lo encontró en un hospital en Queens. El estado de salud de Ángel Gonzales, de 39 años, es crítico porque está desahuciado, en los últimos cuatro meses ha estado en tres hospitales. Sin embargo, gracias a la perseverancia de sus amigos y primos se logró conseguir una visa humanitaria para traer a su madre desde México. "Siendo de países diferentes, en situaciones como estas, no hay raza ni color que uno pueda tener para la necesidad", aseveró Antonio Chuc. Desde su reencuentro, hace cuatro meses, el apoyo de Chuc por su amigo ha sido incondicional. Hoy Chuc es el tutor que toma las decisiones de vida sobre el estado de salud de Gonzales. "Lo visitamos durante dos meses, llevándole comida e intentando contactar a sus familiares", dijo Chuc. Helena Chuc, esposa de Antonio, fue por primera vez al consulado mexicano para procesar un pasaporte para poder mandar a Gonzales de regreso casa. Pero no recibieron ayuda. Para enero, sin ayuda del consulado y Gonzales ya en el segundo hospital, Coler-Goldwater, en Roosevelt Island, donde permaneció hasta marzo, los Chuc lograron ponerse en contacto con la familia de Gonzales. "El se desapareció por un año, fue cuando Antonio nos contacto que supimos de su condición", indicó Guillermo Salazar, primo de Gonzales. La salud de Gonzales empeoró y hoy se encuentra en la unida de cuidados intensivos en el Hospital Bellevue de Manhattan. Julita Castillo, amiga de Gonzales desde que él llegó a los Estados Unidos, a los 17 años, dice que fue dos veces al Consulado de México en Nueva York a pedir ayuda, sin tener éxito. No obstante, César Romero agregado de prensa del consulado, dijo que a veces por falta de información sobre a qué departamento acudir hay casos que se pierden entre la burocracia. La primera vez Castillo fue a solicitar el pasaporte para mandar a Gonzales a México y la segunda para pedir ayuda y traer a su mamá. "Uno cree que son los mismos de uno que lo van a ayudar, pero no fue así", reflexionó Castillo, quien ayer, por tercera vez fue al consulado y logró que el cónsul de protección, Mario Cuevas Zamora, procesara la visa humanitaria para la madre de Gonzales, Lorenza Salazar. En el caso de Lorenza Salazar, la visa será procesada en El Paso, Texas, y la justificación para otorgarla es el estado crítico de Ángel. Salazar llegará a Nueva York la semana entrante. (Fuente: La Raza)
0 comentarios