Michelle Obama y Sarah Brown deslumbran con diseños "a precios módicos"
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, y Sarah Brown, esposa del primer ministro británico, Gordon Brown, brillaron hoy con luz propia en la capital británica con un vestuario sencillo, pero elegante, con el que trataron de apoyar la labor de dos jóvenes diseñadores de sus respectivos países. En lo que se preveía como un ’duelo de glamour’ entre las dos esposas en víspera de la cumbre del G-20, Michelle y Sarah demostraron que frente a la crisis una primera dama también puede recortar su presupuesto en moda sin perder un ápice de elegancia.
El desfile comenzó por la mañana en la recepción oficial de los Obama en el número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico y su esposa.
Para la ocasión, y bajo un sol radiante nada habitual en la capital británica, Michelle Obama optó por un conjunto compuesto por una falda verde de lentejuelas entallada hasta la rodilla y una chaqueta tono champán adornada con pedrería que dejaba entrever una blusa beige.
Como complementos principales, zapatos de tacón bajo con un sencillo estampado y su ya clásico doble collar de perlas.
La primera dama británica se decantó por un vestido negro hasta la rodilla abotonado en la parte delantera, combinado con medias y zapatos negros de tacón.
El modelo de Michelle Obama, de la firma estadounidense J Crew, está valorado en 454 dólares (unos 343 euros), muy lejos de los 9.000 dólares (6.800 euros) que llegó a gastarse la ex primera dama de EEUU Laura Bush en algunas de sus citas oficiales.
El conjunto de Brown, de la diseñadora estadounidense afincada en Londres Britt Lintner, está valorado en 450 libras (495 euros, 653 dólares).
En opinión del redactor jefe del área de moda de la revista Vogue, Calgary Avansino, los trajes elegidos por ambas reflejan sus diferentes personalidades, más arriesgada en el caso de la estadounidense y más conservadora en el caso de la británica.
Por la tarde, la primera dama estadounidense acudió a la recepción que la reina Isabel II ofreció al matrimonio Obama en el Palacio de Buckingham, con un conjunto de falda y abrigo negro rematado con una blusa color crema.
Ante la ausencia de la mediática primera dama francesa, Carla Bruni, Michelle y Sarah centraron todas las miradas de las principales revistas de moda del planeta ante esta cita en Londres, al igual que hacen sus maridos en el ámbito político y económico.
Precisamente la delicada situación económica podría ser el principal motivo por el que las dos primeras damas evitaron la pompa y el derroche en sus apariciones públicas.
En cualquier caso, desde que Barack Obama se convirtiera en presidente de EEUU en enero, e incluso antes, su esposa Michelle ha recibido todo tipo de halagos por parte de las revistas especializadas en moda y tendencia, convirtiéndose en todo un referente estético mundial.
Como ejemplo de ello, desde que en la tarde del martes la primera dama de Washington desembarcara en el aeropuerto londinense de Stansted (al norte de la capital) luciendo un vestido tono mostaza adornado con un ancho cinturón bajo el pecho, no son pocos quienes se han atrevido a comparar la visita europea de los Obama con la que realizaran en 1961 el matrimonio Kennedy.
Mientras sus maridos asisten a la cena esta noche con el resto de líderes mundiales integrantes del G-20, Sarah Brown y Michelle Obama lo harán junto a las primeras damas, entre las que destaca Sonsoles Espinosa, esposa de José Luis Rodríguez Zapatero, a quien el diario ’The Guardian’ se atreve a considerar la ’sustituta’ de Carla Bruni por su sofisticación y su elegancia. (Terra)
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