Ataque letal: Hebe de Bonafini dijo que Susana Giménez es más puta que vedete y que se acostó con todos los represores

Hebe de Bonafini no anduvo con chiquitas al terciar en la polémica mediática que se desató en Argentina por la ola de violencia y en la que intervinieron varias figuras de la farándula porteña. La representante de Madres de Plaza de Mayo catalogó de “pelotudo” al cantante argentino Sandro y criticó a “estas vedettes que se atreven a hablar de DDHH cuando bailaron y se acostaron con todos los represores”. La polémica por la inseguridad en Argentina se agranda. Ahora la representante de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, salió al cruce con fuertes declaraciones en contra de la conductora Susana Giménez y del cantante Sandro. "Estas vedettes, que son más putas que vedettes, que se atreven a hablar de DDHH cuando bailaron y se acostaron con todos los represores", dijo Bonafini en referencia a Giménez según publicó el diario argentino Perfil. Agregó: "Esta vedette decía está bien que los maten, son terroristas. Y ahora dicen que hay que matar a todo el que mata. Y si Susana le hubiera acertado al amante ese que tenía con el cenicero y lo hubiera matado, ¿qué hacemos?", se preguntó. Con un tono agresivo, Bonafini también se cargó contra Sandro. "Ellos quieren más milicos para que ellos tengan cada vez más y nosotros cada vez menos. Hablemos con la gente porque si no ven sólo a los pelotudos como Sandro que piden la pena de muerte. Cuando mataron a nuestros hijos todos siguieron ganando guita porque estaban con los milicos", concluyó. La polémica surgió tras la muerte del florista de Susana Giménez, quien fue asesinado en su casa. Ante eso la diva de los teléfonos se mostró nerviosa y declaró que estaba a favor de la pena de muerte, aunque luego se retractó. En tanto, en la Plaza de Mayo hubo una gran concentración de vecinos que se manifestaron contra la violencia, en la que intervinieron representantes judíos, musulmanes, cristianos y evangélicos. También en la ciudad de La Plata hubo lo que se llamó la movilización de los "pañuelos azules", integrada por familiares de policías y efectivos en actividad y retirados que se congregaron frente a la Secretaría de Seguridad. Uno de los policías que se manifestó fue llevado en el interior de un cajón por otros agentes, en protesta por las muertes de varios efectivos en los últimos dos meses.