Pakistán desactiva crisis al reincorporar al presidente de la Corte Suprema
El gobierno de Pakistán cedió el lunes en una confrontación mayor con la oposición, al haber acordado reintegrar al despedido presidente de la Corte Suprema, cuyo caso detonó protestas callejeras y elevó el temor de inestabilidad política. Un anuncio hecho durante el alba por el primer ministro paquistaní, de que Iftikhar Mohammed Chaudhry será juramentado el 21 de marzo, puso fin a varios días de tensión política. Abogados activistas y políticos de la oposición suspendieron sus planes de marchar el lunes hacia la capital y protestar frente al Parlamento. El anuncio provocó explosiones de júbilo de los abogados apostados frente a la casa de Chaudhry en Islamabad. Antes del anuncio había barricadas en algunas zonas de la capital y el gobierno había apostado a cientos de policías adicionales en medio de temores de que se produjeran disturbios. En un discurso al amanecer que coronó una noche de tensión, el primer ministro Yusuf Raza Gilani indicó que Chaudhry será juramentado el 21 de marzo, después que se retire el actual presidente del tribunal máximo. Chaudhry, de 60 años, es conocido ampliamente por su independencia y disposición para desafiar a la autoridad.
Gilani también ordenó que sean puestos en libertad de inmediato todos los activistas de partidos políticos y abogados arrestados la semana pasada e hizo un llamado para la reconciliación política en el país, que enfrenta una crisis económica además de la creciente violencia de extremistas.
Gilani hizo la concesión en momentos en que miles de manifestantes encabezados por Nawaz Sharif, jefe del mayor partido de oposición y desde hace tiempo enemigo del presidente Asif Ali Zardari, viajaban rumbo a Islamabad para participar en el plantón planeado. Sharif se unió a la caravana tras ignorar una orden de arresto domiciliario en su casa de Lahore, en la región de Panyab, donde sus partidarios se enfrentaron con la policía.
Sharif se dirigiría a sus partidarios antes de regresar a Lahore, dando fin así a la llamada "Larga marcha" que ha capturado la atención del país durante una semana.
El ex presidente Pervez Musharraf despidió a Chaudhry en 2007 después de que éste aceptó casos que desafiaban el gobierno del líder, lo cual desató una oleada de protestas que ayudó a obligar a Musharraf a dejar el poder en 2008.
El sucesor de Musharraf, Zardari, se comprometió a reincorporar a Chaudhry a su puesto a más tardar 30 días después de que su partido formara un gobierno, pero no cumplió su promesa, aparentemente por el temor de que el juez pudiera analizar un acuerdo que él y su esposa, la política asesinada Benazir Bhutto, alcanzaron con Musharraf para otorgarle inmunidad a la pareja de un posible juicio por presuntos casos de corrupción.
El hecho de que Zardari haya roto su promesa y la represión de su gobierno hacia los manifestantes probablemente lo dejarán en una posición política debilitada. Sharif ha proyectado una imagen de fuerza y ha ganado popularidad tras haber encabezado un movimiento exitoso contra el presidente, sobre el que se ha centrado el enojo popular. El Nuevo Herald.
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