Cuando hacer justicia por mano propia se convierte en una salvajada

En un eficaz trabajo de investigación los investigadores de la División Homicidios de Jefatura aclararon un crimen en tres días. Un caso que al principio se mostraba como sumamente confuso y no ofrecía ninguna pista para identificar al autor. Ni siquiera la identidad de la víctima, ya que tenía el rostro desfigurado a golpes. Sin embargo ayer, con todos los elementos necesarios para la Justicia, un hombre fue a la cárcel por el delito de homicidio, su hermano quedó emplazado y asimismo hoy un comerciante declarará ante el juez penal de 14º Turno. Todo comenzó pasado el mediodía del domingo, cuando un vecino que pasaba por Tomkinson y Francisco de Asnar, en el Paso de la Arena, vio un cuerpo cubierto con algunas ramas, tirado en una cuneta y a primera vista, con algunas manchas de sangre. De inmediato el vecino avisó al 911 y llegaron al lugar policías de la Seccional 23ª, de Homicidios, juez y peritos de Policía Técnica. En tanto, el médico forense se abocó a la tarea de determinar la causas de la muerte y así se estableció que tenía un disparo en el pecho.

Se estimaba que el joven tenía entre 15 y 20 años. El primer dato que aportó la escena del crimen fue que el cuerpo estaba tapado con ramas que no eran de la zona, por lo que se apuntó a que la muerte había ocurrido en otro sitio y el cuerpo había sido trasladado. Para los investigadores era primordial identificar a la víctima, en tanto eso permitiría establecer su entorno. El caso tomó estado público a través de los medios de prensa y así fue que un familiar del joven se presentó ante la Policía. Se trataba de Jorge Daniel González Silva de 19 años, alias "El Patito", poseedor de varios antecedentes penales. Paralelamente el forense establecía que había muerto por anemia y extrajo del cadáver una bala del calibre 22.

Fueron muchas las personas indagadas, entre ellas un comerciante que había peleado con González porque lo había robado y lo había golpeado en el rostro con la culata de un arma. Los investigadores establecieron que González era un asiduo ladrón que, entre otras cosas, ingresaba a un ex frigorífico de la calle Islas Canarias donde hurtaba metales para vender. Fue detenido el sereno del frigorífico de 39 años, que finalmente confesó. Dijo que él había abandonado su puesto de trabajo la noche del homicidio. Esa noche González entró para robar chapas galvanizadas, el hermano del sereno, de 38 años, fue alertado de que estaban robando en el frigorífico y se dirigió hasta el lugar. Una vez allí disparó sobre González, que cayó herido de muerte. Luego avisó a su hermano. Entre los dos cargaron el cuerpo en un carro y lo tiraron donde finalmente fue hallado. La Policía incautó un arma calibre 22 que sometida a pericia balística se comprobó que se trataba del arma homicida. Finalmente, la Justicia procesó anoche con prisión al hermano del sereno por un delito de homicidio. El sereno quedó en libertad "sin perjuicio". En tanto el comerciante, que golpeara a "El Patito" con la culata de un arma, concurrirá hoy al juzgado en calidad de citado. El País.