Un total de 20 personas han sido asesinadas por sicarios desde principios de año en el Alto Huallaga, una importante zona de producción de hoja de coca y cocaína situada en la selva peruana y con presencia de remanentes de Sendero Luminoso, publicó hoy la prensa. Según El Comercio, las víctimas -la mayoría vinculadas al delito de tráfico ilícito de drogas- fueron asesinadas en el circuito comprendido entre las ciudades de Huánuco, Tingo María y Aucayacu, en la zona del Alto Huallaga, a unos 500 kilómetros al noreste de Lima. El titular de la Segunda Fiscalía Provincial de Huánuco, Edison Salas, manifestó que ni en la peor época del terrorismo (1980-2000) hubo tanta muerte junta. Paradójicamente, la pérdida del dominio territorial de Sendero Luminoso en esta región ha dado lugar a una proliferación de narcotraficantes de rango medio y bajo sin ningún control, señaló el diario. "El sicariato se volvió un negocio" y rentable, dijo un miembro de la Policía Antidroga de la zona a El Comercio. Los remanentes de Sendero, que operan en el Alto Huallaga bajo el mando del "camarada Artemio" (el único líder histórico del grupo maoísta en libertad), aliados al narcotráfico, habían impuesto en los últimos años una especie de "reglamento interno" para las mafias dedicadas al tráfico ilícito de cocaína. Pero la muerte de los principales mandos militares de Artemio y la captura de varios "capos" de la droga desencadenó la guerra y el ajuste de cuentas entre pequeños narcotraficantes en esta zona declarada en emergencia, explicó el diario. Uno de los primeros asesinatos en el Alto Huallaga fue el 8 de enero pasado cuando dos sicarios mataron a tiros al empresario Nelson Neyra, sindicado en 2007 como presunto narcotraficante tras el decomiso de 150 kilos de cocaína en Huánuco. Desde entonces aparecen los cadáveres de personas asesinadas a tiros en la zona. Pero el jefe del Frente Policial Huallaga, Ítalo Perochena, achaca la violencia a una supuesta reacción de "Artemio" por la captura de sus altos mandos. "'Artemio' quiere limpiarse de cualquier posible delator porque se siente rodeado", puntualizó el general Perochena. ADN.es.
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