Iberoamérica analiza cómo poner fin a la "sangría intolerable" de accidentes de tráfico

Responsables políticos y expertos de Iberoamérica y el Caribe buscan desde hoy en Madrid fórmulas para poner fin a "la sangría intolerable" que causan los accidentes de tráfico, que dejan cada año más de 120.000 muertos en esas regiones. "120.000 personas. Son más víctimas en un solo año que todas las víctimas civiles de la guerra de Irak en los últimos cinco", subrayó el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, al inaugurar el primer encuentro de alto nivel sobre seguridad vial en Iberoamérica y el Caribe. A esas cifras "inasumibles" hay que añadir unos seis millones de personas que se estima que resultan heridas cada año en accidentes de tráfico en esas regiones, entre los que hay un número "dramático" de discapacitados, continuó Iglesias.

"La siniestralidad en las carreteras de Iberoamérica y el Caribe se está llevando por delante a buena parte de nuestra juventud. Los accidentes de tráfico son ya la primera causa de muerte entre los 5 y los 44 años", agregó.

Los costes de la siniestralidad vial alcanzan al 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de los países de la región, continuó Iglesias, que incidió en que esta lacra supone "una pesada carga de muerte y discapacidad que cae, con toda crudeza, sobre los países de ingresos bajos y medianos, lastrando su desarrollo".

Y ello cuando el mundo se ve sacudido por una crisis financiera global, por lo que el encuentro, que lleva por lema "Protegiendo Vidas", hace un llamamiento a Gobiernos, Bancos de desarrollo y organizaciones internacionales para que, en este contexto económico, no reduzcan los recursos destinados a seguridad vial.

También la vicepresidenta del Banco Mundial (BM), Pamela Cox, detalló algunas cifras que dibujan el coste "demasiado elevado" que supone la siniestralidad en las carreteras para los países en desarrollo, entre ellos los de Iberoamérica y el Caribe.

Los muertos y los heridos en accidentes de tráfico suponen cada año unos costes a los países de bajos y medios ingresos de unos 65.000 millones de dólares, dijo Cox, que hizo hincapié en que son precisamente estas naciones las que sufren la mayoría de víctimas en la carretera.

En ese "trágico" contexto, Latinoamérica y el Caribe "ya tienen la tasa per cápita más alta del mundo de víctimas mortales en accidentes de tráfico, con un 26 por cien mil, y probablemente aumente a más de 30 por cien mil en 2020", continuó Cox, que comparó esos datos con las 5 muertes por cien mil "y en descenso" en los países más seguros, como Nueva Zelanda, Suecia y Finlandia.

El encuentro, que continúa mañana, ha sido promovido, a instancias de la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que también trabaja hacia la creación de una Asociación Iberoamericana de Seguridad Vial y de un observatorio de planes regionales en esta materia.

En ese sentido, la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, propuso la creación de una base de datos común que permita a todos los países iberoamericanos conocer las causas más comunes de siniestralidad en cada uno de ellos, las medidas que se aplican y las distintas campañas de sensibilización.

Asimismo, abogó por avanzar en la unificación de criterios para obtener los permisos de conducir.

La reunión pretende contribuir al desarrollo de planes regionales y nacionales de seguridad vial y converger hacia una posición común de cara a la conferencia ministerial mundial de Moscú que, bajo los auspicios de la ONU, abordará esta materia el en noviembre próximo.

En definitiva, lo que se persigue es potenciar aún más que este asunto forme parte de las agendas políticas de los Gobiernos y las organizaciones internacionales y por eso las conclusiones del encuentro se elevarán a la XIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y del Gobierno que se celebrará en otoño próximo en Portugal.