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CAUSA ABIERTA

Toda la familia de un carabinero chileno murió calcinada en incendio de su casa

Toda la familia de un carabinero chileno murió calcinada en incendio de su casa

Cinco integrantes de la  familia de un carabinero que hace patria en Puerto Octay, encontraron la muerte en medio de un voraz incendio que redujo a cenizas la modesta vivienda que habitaban en las cercanías de Osorno. La tragedia ocurrió en el sector de Cancura, a 25 kilómetros de la capital de la Región de Los Lagos. El siniestro se originó en la madrugada de ayer por causas que aún son investigadas.
Las víctimas se encontraban durmiendo, lo que habría dificultado el pronto escape desde el interior de la casa construida de material ligero. La casa se ubicaba en calle Las Rosas. A las 4 de la madrugada se desató el incendio, el que rápidamente consumió el lugar, sin darle posibilidad a sus ocupantes para que pudieran siquiera intentar la salida.
La ranchita estaba ubicada frente al retén de Cancura, cuyo personal apenas aparecieron las lenguas de fuego intentaron sin éxito socorrer a las víctimas.
Se avisó a bomberos, pero ni con todo el apoyo de las compañías que acudieron al llamado se pudo evitar que los cinco habitantes salvaran con vida.
Sólo se logró evitar que las llamas abarcaran propiedades colindantes, cuyos ocupantes ayudaron con lo puesto a salvar sus pertenencias.
La vivienda siniestrada era de María Albarrán Ulloa, de 72 años, quien murió junto a sus hijas Alejandra, de 40 y Sandra Tejeda Albarrán, de 42. También murieron en el lugar Simón Miranda Tejeda, de 10 años, hijo de Alejandra, e Iván Isaac Morales Tejeda, hijo de Sandra y del cabo 1° de carabineros, Claudio Morales Morales, actualmente de dotación de la tenencia de Puerto Octay.
El panorama al momento del incendio era dantesco, de acuerdo a lo relatado por un  vecino, cuya vivienda sufrió parte del rigor de las llamas y del agua en el intento por aplacar el fuego.
"Comenzó en la madrugada y tratábamos de gritarles, gritarles harto, pero sólo se escuchaban los gritos de ellos, como cuatro o cinco, pero luego se callaron. Todo fue cuestión de minutos y en poco tiempo todo fue carbón", contó el propietario de una de las casas afectadas.

IMPACTO

En toda la zona hay mucho impacto por lo sucedido, en particular porque el carabinero se encontraba a varios kilómetros de su hogar mientras cumplía funciones propias de la institución. Si bien se comunicaba a diario con sus seres queridos, no era posible estar junto a ellos a diario.
El alto grado de carbonización del inmueble ha dificultado en gran medida las pesquisas para dar con las causas del siniestro que costó la vida a esta familia, la que era muy querida en el vecindario, porque como dicen a menudo en dramas como éste: "No les hacían mal a nadie". Fuente La Cuarta.

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